Translate

martes, 7 de agosto de 2012

Si al MERCOSUR, pero con cuidado!

Por. Basem Tajeldine
Voces Contra el Imperio

No son inválidos los argumentos y las advertencias que manifiestan algunos compañeros por el reciente ingreso de la República Bolivariana de Venezuela al Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Estos compañeros argumentan, no sin razones, que este organismo podría, más bien, significar un gran obstáculo al país porque limitaría o frenaría el Proyecto Socialista 2013-2019 de industrialización y  diversificación de la economía del país, puesto que las profundas asimetrías económicas que manifiestan los países que conforman al bloque (sobre todo Brasil y Argentina frente al resto de los países) son tan poderosas que hace imposible a nuestros capitales que puedan competir con estas en igualdad de condiciones, lo que se traduciría en una invasión de mercancías baratas provenientes de los países más fuertes. Más, por el contrario a lo que muchos compañeros piensan y dicen desde la izquierda política, pero también desde la derecha oportunista, considero que Venezuela tenía el deber de formar parte del MERCOSUR por múltiples razones. Veamos.

Es cierto, el MERCOSUR se trata de un espacio de concertación político-económico-territorial que otorga ciertas aperturas a los capitales regionales, y otros no tan regionales, para sus actividades en la zona. Es también cierto que los capitales sólo invierten donde la plusvalía es mucho más rentable, en otras palabras, invierten donde puedan explotar más a los trabajadores para obtener mayores ganancias, es decir, plusvalía. Y si la plusvalía en Venezuela es mayor, ellos vendrán encantados al país. Esta verdad no necesariamente significa que nuestro país deba de ajustarse a esos requerimientos para hacer atractiva la inversión extranjera. Diferentes políticas de incentivo podrían motivar también las inversiones en el país sin necesidad de sacrificar a los trabajadores venezolanos. La entrada de Venezuela al bloque regional tampoco obliga al país a desproteger su industria nacional, menos a adoptar políticas comunes que puedan afectar los intereses nacionales en favor de las necesidades de los capitales regionales. Este mecanismo tampoco siembra ataduras ni obliga a nuestros países a liquidar su Banco Central, tal como lo hicieron en Europa.

El MERCOSUR no copia en lo absoluto a la Unión Europea. Su concepción está razonada tomando las particularidades y experiencias del Sur, no de los países del Norte. Bien lo expresó nuestro camarada y Diputado Jesús Farías: “El ingreso se hace bajo principios de gradualidad, flexibilidad y reconocimiento de las asimetrías. La incorporación no significa una apertura del comercio de manera indiscriminada. Es progresivo en el tiempo”.

El ingreso de Venezuela al MERCOSUR permitirá consolidar al naciente bloque regional de poder al concederle la clave energética indispensable, al tiempo le abre nuevas perspectivas al país. Venezuela no puede quedarse aislada de las realidades regionales y mundiales. El MERCOSUR se inscribe como el brazo económico complementario de la UNASUR y la CELAC; sus brazos políticos. El poderoso Brasil es parte vital del MERCOSUR, pero también miembro del bloque de los BRICS. Los efectos negativos de la Mundialización del Capital que previó Marx bien podrían enfrentarse de otra manera siempre que la izquierda permanezca en el poder. El MERCOSUR tampoco será un obstáculo al ALBA.

El único y verdadero obstáculo para la integración regional es la falta de ideas, de voluntad y de visión estratégica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

escribe tu comentario