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miércoles, 22 de febrero de 2012

Por qué Rusia apoya a Siria

Por. Basem Tajeldine
Centro de Saberes Africanos

Estados Unidos e Israel no dejan escapar la menor oportunidad para intervenir de forma más directa y destruir al gobierno Panarabista de Bashar Al Asad en Siria. Aunque ya sus mercenarios wahabíes y Salafíes, con los Hermanos Musulmanes y AlQaeda al frente, hacen su parte como "Caballos de Troya" pro-imperiales, ahora, bajo falsos pretextos "humanitarios" -los mismos utilizados en el pasado reciente contra Libia- Estados Unidos y sus aliados pretendieron aprobar en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que abría, de cierta forma, las puerta para una intervención de la OTAN en ese país. Rusia y China vetaron juntos la resolución en último momento.

Hoy vuelven nuevamente contra Siria en una nueva estrategia. Esta vez Francia, la Liga Árabe y Estados Unidos pretenden la apertura de un “corredor humanitario” que permitiría nutrir de armamentos y logística a los grupos mercenarios que se enfrentan a las fuerzas del militares del estado sirio.

Rusia posee importantes intereses geoestratégicos que cuidar en Siria. En aguas territoriales sirias, en las costas de Tartus, se encuentra emplazada la única base naval de Rusia en todo el Mediterráneo. Siria forma parte del histórico espacio de influencia rusa que data desde la época de la URSS. Una siria bajo influencia del Islam reaccionario sería utilizada como catapulta de los movimientos yihadistas contra todos los territorios Euroasiático de influencia poblacional islámica.

Estados Unidos e Israel necesitan romper con “el eslabón”, Siria, país que posibilita un corredor estratégico que une a Irán y al Líbano (particularmente con la resistencia chií del Hizballah, quienes probaron con éxitos sus misiles contra Israel en la guerra del año 2006) antes de inmiscuirse en una guerra frontal contra Irán, también área de influencia Rusa-China. La verdadera diplomacia imperial se expresa a través de los cañones. Destruyendo al gobierno sirio y acabado con las posibilidades logísticas para el rearme del movimiento de resistencia libanés Hizballah, Estados Unidos e Israel tendrían más posibilidades militares de iniciar la guerra contra Irán sin importantes contraataques desde el frente sirio-libanés (fronteras con Israel). Para ello EE.UU., promueve las guerras sectarias en Siria, Líbano, Irak y en toda la región. 



miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Será por el fin del Petrodólar?


Por. Basem Tajeldine
Miembro del Centro de saberes Afrcanos

La guerra de rapiña que emprende el imperio contra los países de la periferia capitalista (Libia, Sudan, Siria, Irán, Somalia, etc.), hoy profundizada, acelerada, por la crisis estructural del Capital, tiene también otra explicación que la convierte en “necesidad vital” para la hegemonía y supervivencia de Estados Unidos. La guerras de hoy no se hacen sólo para conquistar nuevos mercados y/o confiscar las riquezas –fundamentalmente petroleo- de los mal llamados países del “tercer mundo”, pueden ser también para mantener un estatus de dominio indirecto. Si bien la hegemonía estadounidense se sustenta con las armas, su real asiento subyace en su moneda: la hegemonía del dólar como moneda de reserva y de transacción mundial.

La enconada reacción de los Estados Unidos contra aquellos países soberanos que han emprendido caminos diferentes al curso mundial por la necesidad de salvaguardar sus propias economías frente a la crisis capitalista mundial pretende evitar lo que hoy ya parece imposible: el fin del dólar como moneda de reserva y de transacción mundial. Las principales economías del mundo aceleran sus pasos en esa dirección. Los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) más Irán , al igual que los países del ALBA adelantan políticas en torno a nuevas moneda regional con respaldo real en oro; cesta de monedas (rublos, yuanes, riales, rupias, etc.), o el pago de sus transacciones directamente en oro. Abundan noticias en diversos medios que hablan sobre hechos probados. China y Rusia llevan comerciando en rublos y yuanes más de un año. Irán acuerda con India pago en oro por petroleo.

La agresión contra Irak y Libia nos responde también la interrogante que titula a este escrito.

Inminente intervención imperial contra Siria


Por. Basem Tajeldine
Miembro del Centro de Saberes Africanos
@BasemTajeldine

Todo parece ya inevitable. El imperio no dejará pasar esta ocasión para intervenir de forma directa en Siria. Aunque ya sus mercenarios (wahabíes y Salafíes, con los Hermanos Musulmanes y AlQaeda al frente) hacen su parte de "Caballos de Troya" imperial, hoy bajo los mismos pretextos "humanitarios" utilizados contra Libia, y ante la derrota militar de estos grupos armados (agrupados en el denominado “Ejercito Libre Sirio”) por las fuerzas del Estado sirio, pero también frente a la derrota diplomática recibida por EE.UU., en la ONU (gracias al veto de Rusia y China), la secretaria de Estado Hillary Clinton habla de ignorar a la ONU y accionar militarmente contra Siria bajo una coalición internacional (la OTAN y junto algunos países vasallos de la región). Últimas informaciones filtradas por el Pentágono hablan de la planificación de escenarios de bombardeos “humanitarios” contra Siria.

Hoy parece repetirse en Siria la misma historia de Libia. Para ello Estados Unidos pretende valerse de similares mentiras construidas por las grandes transnacionales mediáticas (AlJazzera a la cabeza) contra Libia, esta vez responsabilizando al gobierno sirio de bombardear objetivos “civiles” en Homs. Puras patrañas!!! Lo más patético es que, aun, cuando la misma Clinton había admitió de que nunca existieron tales bombardeos de Gaddafi que acabaron con la vida de más de 10000 libios en Benghazi -información que fuera el justificativo principal que promovió la resolución 1973 del Consejo de Seguridad- hoy muchos olvidan esa historia y caen como ingenuos en la misma trampa.

Estados Unidos e Israel necesitan romper el eslabón que une a la República Islámica de Irán con el Líbano (particularmente con la resistencia chií del Hizballah quienes ya han probado con éxitos sus misiles contra Israel en la guerra del año 2006) antes de inmiscuirse en una guerra frontal contra Irán. Ese eslabón es Siria. Si Estados Unidos e Israel logra acabar con su gobierno de Bashar Al Asad estaría así rompiendo con el cordón umbilical que alimenta con armas a la resistencia del Líbano y de Palestina ocupada contra Israel en la región. Para ello la canalla imperial promueve la misma política maquiavélica empleada contra Irak de guerras inter-religiosas entre hermanos árabes (sunítas contra chiita, alawitas, cristianos y drusos) apoyando a los Hermanos Musulmanes (sunítas-salafísta) y a sus engendros mercenarios de AlQaeda -tal como lo hizo también en Libia- para ir desgastando al gobierno sirio y crear las condiciones y justificativos “mediáticos” que permitan una intervención imperial ya más directa contra ese hermano país.

El gobierno sirio siempre ha estado abierto al dialogo interno. Pero los Hermanos Musulmanes han rechazado desde un inicio sus llamados. A los mercenarios no les paga EE.UU. para negociar sino para destruir al gobierno de Bashar Al Asad. El contrato imperial con estos grupos no estipula esta posibilidad.

jueves, 9 de febrero de 2012

Paralelismos en las agresiones contra la Jamahiriya Libia y Siria


Por. Basem Tajeldine
@BasemTajeldine
Miembro del Centro de Saberes Africanos

Grandes similitudes pero también grandes diferencias envuelven a las agresiones que hoy viven los pueblos de Siria y Libia. Tal como lo hemos advertidos en muchos otros artículos anteriores, existe un formato imperial de intervenciones que se ha venido probando con relativo éxito contra varios países del mundo árabe, y no árabes. Las olas de rebeldías revolucionarias en el mundo árabe -término acuñado por el Comandante Fidel- despertada por la crisis estructural del capitalismo y que logró derrocar a gobiernos títeres del imperio en la región han sido aprovechadas por factores políticos reaccionarios y entreguista, inducidos y apoyados militarmente por occidente (Estados Unidos, UK y Francia), para demoler a aquellos gobiernos que tanto han molestado y servido de traba a los intereses imperiales y sionistas en la región. Libia y Siria hoy son objeto de la más despiadada empresa de agresión con patente registrada por occidente, pero que utiliza “mano de obra” nacional y un “ejercito de reserva” proveniente de los países de la región.

Contra la Jamahiriya Libia las potencias fueron por su petróleo y por detener la más peligrosa propuesta asomada por Muammar Al Gaddafi, su “arma de destrucción masiva” más temida por el Imperio: el Dinar Oro (moneda de circulación regional respaldada en oro libio, y que reemplazaría al dólar como moneda de reserva y transacción en los países de la Unión Africana). Libia estaba desarmada, también aislada, por los que fue presa fácil de las garras imperiales. Pero contra la República árabe Siria las razones son otras. Su aferro al Panarabismo, su estratégica conexión con Irán y su histórico apoyo a la resistencia del pueblo palestino y libanés contra las agresiones del ejercito sionistas de Israel construyen las razones fundamentales que explican el encono imperial contra el gobierno sirio de Bashar Al Asad.

Siria es infinitamente más compleja que Libia, pues cuenta con el apoyo militar estratégico de Irán y también de Rusia. Además cuenta con el manifiesto apoyo de bloqueo por parte de Rusia y China sobre cualquier resolución que legitime una agresión tipo Libia en el Consejo de Seguridad de la ONU. Aunque el imperio pretenda desviar la atención del mundo induciendo una guerra civil entre factores religiosos sunitas, chiita , drusos y cristianos, la mayoría del pueblo sirio es consciente y, además, conoce bien la experiencia de su vecino Irak como para caer en la misma trampa.

Es conocido el cerco mediático contra Libia y Siria. Los medios transnacionales han callado sobre lo que viene ocurriendo en Libia y Siria. De la resistencia libia (Al Mukawama libiya) poco dice. Y poco también sobre el mayoritario respaldo del pueblo sirio a su gobierno y la determinación de muchos a resistir “hasta la última gota de sangre”. A duras penas una pequeña noticia logra colarse por esos medios sobre los residentes en Bani Walid y las movilizaciones en Damasco.

Imaginemos a más de 1 millón de personas armadas -en realidad muchas más- jurando venganza y continuando la lucha contra quienes llaman “las Ratas de la OTAN”. Imaginemos las banderas verdes de la Jamahiriya nuevamente ondeando sobre los techos de muchas viviendas y calles de las más importantes ciudades de Libia, aún a pesar de la represión y los odios desatados por la embestida imperial de la OTAN y los valentonados mercenarios. Imaginemos a los sirios enfurecidos y tomando venganza contra los traidores-mercenarios sirios y lo traídos de Libia, Pakistán, Afganistán y arabia Saudita. Pues nada de esto es ficción. La realidad la supera.