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martes, 7 de agosto de 2012

El factor Pueblo sirio


Por. Basem Tajeldine
Voces Contra el Imperio

La impresionante resistencia del legítimo gobierno sirio de Bashar Al Asad ante la brutal invasión mercenaria extranjera sólo puede explicarse por el factor Pueblo que lo apoya. La consciencia del pueblo sirio y de sus soldados patriotas es lo único que ha permitido a su gobierno resistir y enfrentarse con éxito las constantes incursiones de las bien entrenadas y pertrechadas fuerzas mercenarias que aprovechan las extensas fronteras que comparte la República Árabe Siria con algunos países de la región aliados de Estados Unidos e Israel. El descaro y la hipocresía de Occidente, así como los crímenes coordinados por sus aliados, y ejecutados por sus mercenarios, no han tenido límites. Mujeres, ancianos, jóvenes, pero sobre todo niños, han sido las victimas favoritas de los criminales de Al-Qaeda y la Hermandad Musulmana que buscan con esto responsabilizar al gobierno sirio, movilizar a la opinión pública internacional y lo organismos internacionales para legitimar la intervención directa de la OTAN. El objetivo que persiguen los mercenarios de la OTAN es derrocar al único gobierno Panarabista de la zona, sin mediar por el Plan de Paz. Su plan es desmembrar a Siria en comunidades religiosas sectarias para instaurar allí uno o varios gobiernos confesionales que imiten a la hipócrita “democracia” de las corruptas petromonarquías saudita y qatarí” en ese país.

Armas, información de inteligencia, mercenarios y estúpidos dispuestos a morir en nombre de una falsa interpretación del Islam no han faltado para la consecución del objetivo imperial en Siria. Sólo les ha faltado el factor Pueblo. El pueblo sirio se opone a la destrucción de su gobierno y sus banderas sociales. El pueblo sirio reconoce a sus verdaderos enemigos encubiertos tras los mercenarios.

Los pueblos árabes han luchado por muchos siglos contra todos los imperios que han flanqueado sus tierras. Conoce su historia guerrera. La región se desestabiliza. Arabia Saudita, Turquía y Qatar podrían recibir un poco de su propia medicina.  


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