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viernes, 26 de febrero de 2016

La verdadera subversión que amenaza a la Revolución


Por. Basem Tajeldine y Laila Tajeldine
Voces Contra el Imperio  
 

Los rumores que señalan una subversión por parte del pueblo venezolano y en los cuarteles son totalmente falsos, el método empleado en la actualidad para invertir y destruir el proceso de emancipación nacional se explica, por sí solo, a continuación: 

EEUU entendió que la mejor manera de destruir a los gobiernos y pueblos rebeldes, progresistas y socialistas era haciéndolo desde dentro: creando caos interno, corrompiendo a sus cuadros dirigentes y capturando a la juventud, aprovechando su natural rebeldía para ponerla al servicio de la contrarrevolución, exactamente, utilizando sus métodos de Guerra No Convencional (GNC), doctrina utilizada por ese país desde la II Guerra Mundial. 

La GNC es un método que busca crear eventos catalizadores que permitan las condiciones para un cambio de gobierno o en su defecto una intervención extranjera de forma directa, ello a través de la aplicación de tácticas dirigidas a golpear a las poblaciones en sus estándares de vida civiles, libertades, seguridad y bienestar económico, inculcándoles a la vez el miedo, la desesperanza, depresión y desintegración moral.

Contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) tuvieron éxito. Lo trágicos sucesos que llevaron a la autodestrucción de la primera Revolución Socialista del siglo pasado, y la que se creía irreversible por sus grandes conquistas económicas, sociales, tecnológico - militar,  demostraron para los estrategas estadounidenses que sólo destruyendo la revolución desde dentro podrían alcanzar y mantener en el tiempo -no eterno- sus objetivos, puesto que de esa forma lograban desmoralizar y desmovilizar al pueblo y a una posible vanguardia que surgiese desde las bases para restituir la revolución.

Acabada la URSS, se buscó aplicar el mismo formato terrorista contra Cuba, Siria, Chile, China, Vietnam, entre otros países, objetivos que no alcanzaron en su totalidad.

Allen Welsh Dulles, exjefe de la CIA (1953-1961), a su retiro en 1963 escribió un folleto titulado “El arte de la inteligencia”, y expresaba lo siguiente:

“Sembrando el caos en la URSS sustituiremos sus valores sin que sea percibido. Encontraremos a nuestros aliados en la propia Rusia (...) De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Marginaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. Literatura, cine, teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos. Apoyaremos por todos los medios a los denominados artistas que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En la dirección del Estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas y convertidas en un vestigio del pasado. El descaro, la insolencia, el engaño y la mentira, el alcoholismo, la drogadicción, el miedo irracional, la traición, la enemistad entre los pueblos y, ante todo, el odio al pueblo ruso -venezolano-; todo esto es lo que vamos a cultivar. Sólo pocos comprenderán lo que realmente sucede. Pero a ellos los situaremos en una posición de indefensión, encontrando la manera de desacreditarlos. Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos, pervertiremos (...)”.

Cualquier parecido con la realidad venezolana no es casualidad.

La doctrina de Guerra No Convencional hoy cuenta con una versión más renovada. En el año 2010, con Obama al poder, se distribuyó un nuevo instrumento denominado “Circular de Entrenamiento 18-01 de la GNC”, en el que faculta a cada unidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales, a otras agencias de defensa y todo el sistema gubernamental directo e indirecto de EEUU, a aplicar los métodos que aparecen en dicha Circular para: aprovechar las posibles vulnerabilidades del gobierno a derrocar, distanciarlo de la población, desplazar a la población neutral hacia posiciones en contra, explotar elementos a través de la subversión y cuando no se obtengan los resultados recurrir al conflicto armado. 

Luego de la desaparición física del Comandante Chávez en marzo de 2013, los servicios de inteligencia de Estados Unidos y sus agentes internos en Venezuela profundizaron las actividades contrarrevolucionarias que ya venían implementándose para destruir al gobierno Bolivariano desde dentro. Organizaciones estadounidenses como The National Endowment for Democracy (NED) y The United States Agency for International Development (USAID) han  financiado a Organizaciones No-Gubernamentales (ONG’s) venezolanas para el trabajo sucio de capturar a la juventud, especialmente a los estudiantes, también a los jóvenes de nuestros barrios obreros haciendo supuestos trabajos político - social.

El poder alienante de la publicidad consumista inducido por los medios privados, la banalidad de la farándula y el “arte” sin responsabilidad social, la utilización del poder de influencia en la juventud de los artistas venezolanos que han asumido públicamente posiciones políticas contrarrevolucionaria, la brutal propaganda de descrédito contra el gobierno, el uso de las redes sociales para hacer llegar a los jóvenes esa propaganda contrarrevolucionaria, etcétera, nos explica el por qué una mayoría de los jóvenes estudiantes venezolanos se asumen de derecha y contrarrevolucionarios.

A lo interno del Estado sucede lo mismo. La desidologización, el abandono a la profundización de la conciencia y de la ética revolucionaria, y  la falta de un genuino partido de la Revolución, han contribuido en gran medida a vulnerar nuestras bases. Además, grandes mafias de la corrupción han crecido dentro del Estado burgués que aún persiste, pero a la vez han penetrado y destruido nuevos espacios creados por la Revolución Bolivariana. ¿Así se explica las mafias que han sido desmanteladas en Abastos Bicentenarios, Mercal,  PDVAL y otras instituciones? Pero ¿Cómo explicar la indolencia de algunos supuestos  “cuadros” del gobierno y la desmovilización de los sectores populares para denunciar y enfrentar a los corruptos? ¿Cómo entender el abandono de grandes iniciativas contra ladrones y especuladores que desvanecieron a corto plazo? ¿No es acaso este el resultado de un trabajo de inteligencia e infiltración para desmoralizar a la población y desacreditar a los líderes de la revolución, como lo describió el ex agente Dulles?

Buenas propuestas han surgido en los espacios reflexivos creados por el pueblo organizado luego de los resultados del 6D. Entre las iniciativas encontramos la necesidad de contar con un partido verdaderamente independiente del Estado, que atienda a la juventud, que forme a los cuadros, que vigile y subordine a quienes posean responsabilidades públicas, incluyendo a los ministerios. Un partido cuya dirección no posea importante responsabilidad de Estado, y con tribunales disciplinarios de verdad. Tal acción la consideramos impostergable. Sin embargo, no se pretende con esto minimizar el impacto del método aplicado por EEUU en el país. Al contrario, consideramos que esa y otras medidas como la de enfrentar las desviaciones y corrupción dentro del Estado nos permitirán la cohesión y eficiencia en la contraofensiva desplegada. Además permitirán que los nuevos planes de desarrollo productivo de corto y mediano plazo tengan el éxito requerido para contrarrestar la desestabilización foránea. Igual, resaltamos la necesidad de actuar de forma inmediata para resolver el problema concreto del desabastecimiento y las colas, para ello se requiere una masificación de la distribución y saturación del mercado de productos alimenticios y medicinales. 



miércoles, 10 de febrero de 2016

¿De nuevo la Guerra fría?


Por: Basem Tajeldine y Laila Tajeldine
Voces Contra el Imperio

La política exterior del imperialismo estadounidense se torna cada vez más agresiva como consecuencia de los grandes reveses económicos, geopolíticos y militares que viene experimentando en los últimos años. El mundo pluripolar es una realidad indetenible. Estados Unidos pierde liderazgo mundial y reacciona con particular agresividad contra quienes considera sus "potenciales competidores" en el nuevo mundo multipolar. Cada día que transcurre el imperio en decadencia deja al descubierto su realismo político (acumular poder, por encima incluso de sus aliados) que imprime en su política exterior, pero que en el fondo pretende ocultar sus grandes debilidades y para ello se ha planteado la destrucción de la capacidad de resistencia de Rusia, China y cualquier fuerza emergente.  

La profunda crisis capitalista, el endeudamiento impagable de EE.UU. (más de 60 billones de dólares entre deuda pública y privada), está provocado la destrucción de su clase media y el empobrecimiento general del pueblo estadounidense.

Por otro lado, las sanciones económicas a Rusia y la agresividad contra China no han traído los resultados esperados por Occidente. Pese a los daños que ha causado a la economía rusa en estos dos años de chantaje occidental, el país eslavo ha logrado mantenerse en pié de lucha. El líder ruso Vladimir Putin utilizó la fuerza del enemigo a su favor para desenmascarar las verdaderas razones que se ocultaban tras la supuesta "indignación" de Estados Unidos y la Unión Europea por la independencia y posterior  reincorporación de Crimea al territorio de la Federación Rusa. El Presidente Putin logró unir al pueblo ruso bajo las banderas nacionalismo ruso y la dignidad nacional, rápidamente emprendió una campaña interna e internacional en aras de diversificar la economía rusa, dando impulso a la producción nacional y la sustitución de importaciones, así como al comercio internacional con nuevos actores.

Ante las amenazas expansionistas de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), el Estado ruso movilizó su poderío misilistico hasta las fronteras occidentales, al tiempo que profundizó las relaciones políticas y comerciales con los países Euroasiáticos pertenecientes al antiguo espacio soviético: Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Armenia y Kirguistán, creando la Unión Económica Euroasiática  (UEE) entre los años 2014 y 2015 para cerrar la posibilidad de penetración occidental en esa estratégica región. La potencia rusa se atrevió a jugar nuevamente en el tablero internacional trazando las líneas rojas en el Medio Oriente cuando mostró parte de su poderío militar en Siria. Desde el 30 de septiembre de 2015, tras el inicio de los bombardeos rusos contra los grupos terroristas en Siria, a solicitud de su aliado árabe, el Presidente Bashar Al Assad, el mundo dejó de ser el mismo, las tensiones entre Rusia y Estados Unidos se agudizaron.

Por otro lado, la economía China, un poco afectada en los últimos años por el “desaceleramiento económico” a consecuencia de la crisis que afecta al capitalismo mundial, ya en 2014 había desplazado a Estados Unidos como la mayor economía mundial [1] y continúa su marcha conquistando nuevos mercados en todos los continentes.

Desde que el yuan (o renminbi, moneda del pueblo) se convirtiera, el 1 de diciembre de 2015, en miembro de pleno derecho del club de las grandes divisas del mundo [2], una moneda de reserva y transacción mundial, la hegemonía mundial estadounidense se vio seriamente lesionada.

El resurgimiento de Rusia como potencia militar que busca defender el derecho internacional y sus intereses geopolíticos en Eurasia y el Medio Oriente, pero también el reconocimiento internacional de China como primera potencia económica y financiera mundial dieron el empuje definitivo para que Estados Unidos vuelva a plantear lo que nadie duda se trata de una nueva Guerra Fría, puesto que sencillamente se resiste a perder su hegemonía. La ex primera potencia economía sigue siendo hoy la primera potencia militar mundial, cuyo gasto militar duplica al del resto de los países del mundo (41% gasto militar mundial). Estados Unidos solo cuenta con la fuerza militar para imponerse en el mundo. También es harto conocido que el sector militar-industrial estadounidense posee un enorme peso en la economía nacional y, por ende, influencia en el diseño de la política exterior de ese país, por lo tanto, no puede vivir sin inventarse “amenazas”.

La guerra fría se creía terminada para siempre tras el colapso de la Unión Soviética en 1991. Muchos pensaron que la paz iba a reinar porque la supuesta "amenaza comunista" se había auto destruido y el capitalismo se convertía en la ideología dominante en Rusia, sin embargo el sueño duró poco. A decir del intelectual marxista Samir Amin, el empeño de Estados Unidos y Europa contra la Unión Soviética era porque esas potencias nunca aceptaron el reto que significaba competir contra un modelo de desarrollo económico y social "que era independiente del capitalismo / imperialismo dominante (...) Ahora que ese reto había desaparecido, el objetivo de Estados Unidos y Europa occidental es lograr el total sometimiento de Rusia, la destrucción de su capacidad de resistencia" [3] puesto que las potencias dominantes nunca aceptarán ningún tipo de un desarrollo independiente (sea socialista u otro) que compita con ellos, sino el sometimiento de todos de los países del mundo.

Rápidamente, Estados Unidos pudo sustituir la "amenaza comunista" por la nueva  "amenaza terrorista", un poco menos significativa por cuanto se trataba de "luchar", esta vez, contra los mismos grupos fundamentalistas poco pertrechados (Al-Qaeda y otros) creados por los mismos servicios secretos occidentales para destruir a los aliados de la Unión Soviética en plena guerra fría, y que más adelante fueron convertidos en "enemigos" de Estados Unidos. De esta forma, los estrategas estadounidenses se construyeron una falsa imagen de protectores indispensable del mundo, por breve tiempo. Los cambios que describen la actualidad permiten a los halcones de la guerra justificar regreso a la tan ansiada guerra fría, puesto que nuevamente se trata de enfrentarse a grandes potencias militares y no simples bandidos con fusiles y lanza granadas. 

Dos nuevas noticias confirman el retorno a la guerra fría:

El medio “The Economist” señala que la administración Obama, que comenzó su gobierno con un premio Nobel de la Paz y con planes de “librarse” de armas nucleares, ahora ha manifestado que gastará un billón de dólares —unos 150 % del presupuesto anual de defensa de Estados Unidos— en los próximos 30 años “para modernizar el arsenal de armas nucleares del país ante la amenaza que supone las nuevas capacidades convencionales rusas” [4].

Por su parte, el secretario de Defensa de EE.UU. Ashton Carter, ha presentado un proyecto de ley para solicitar un presupuesto estimado en unos 528.000 millones de dólares para el Pentágono de cara al año 2017, justificando que Rusia, China, Irán, Corea del Norte y la lucha contra el terrorismo figuran como las principales amenazas para la seguridad nacional de Estados Unidos. "Este presupuesto marca un importante punto de inflexión para el Departamento de Defensa. Con este presupuesto, tenemos una visión a largo plazo. Tenemos que hacerlo, porque así como estamos luchando en la actualidad, también tenemos que estar preparados para las luchas que pueden surgir dentro de 10, 20 o 30 años (...) China y Rusia, son los competidores más importantes en el ámbito militar" manifestó Carter  [5].

Otra noticia del portal Breaking Defense, refiere que “Washington seguirá desafiando las reivindicaciones territoriales de Pekín en las aguas en disputa del Mar de la China Meridional, vamos a seguir hasta navegar libremente en el mar de la China Meridional como lo hacemos en todo el mundo" aseveró el jefe del Comando del Pacífico de EE.UU, Almirante Harry Harris.

¿Alguien puede dudar que el mundo experimenta una  nueva guerra fría?

Fuentes:

[1] FMI admite que China desplazó a Estados Unidos
http://www.elmundo.es/economia/2014/10/08/54354d27268e3ee9448b4581.html

[2] Yuan nueva moneda de reserva internacional
http://elpais.com/m/economia/2015/11/30/actualidad/1448897386_816387.html

[3] Samir Amin: imperialismo contemporáneo
 http://www.elviejotopo.com/articulo/el-imperialismo-contemporaneo/#sthash.c69kVWu7.dpuf

[4] Pánico en el alto mando militar estadounidense
https://actualidad.rt.com/actualidad/198202-eeuu-gastara-billon-dolares-misiles

[5] Declaraciones del Secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter
 http://mundo.sputniknews.com/politica/20160202/1056334607/rusia-china-iran-pentagono.html#ixzz3zK4G6biydijo 

lunes, 8 de febrero de 2016

El legítimo derecho a la defensa de la República Popular Democrática de Corea frente a las amenazas imperiales



Por. Basem Tajeldine y Laila Tajeldine
Voces Contra el Imperio

Nuevamente, la mal llamada “Comunidad Internacional” reunida en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) -en realidad: Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea- pretende utilizar su arrogante poder para sacrificar y destruir con nuevas sanciones al pueblo y gobierno de la República Popular Democrática de Corea, ésta vez por su valentía disuasiva al lanzar un nuevo satélite al espacio.

El domingo 7 de febrero, los 15 miembros del CSNU, sin mayor oposición, condenaron  “enérgicamente” (no por resolución) el supuesto lanzamiento de un “cohete” por parte de Pyongyang, mientras se disponen para tomar “medidas punitivas”, que Washington se comprometió a garantizar su aplicación lo antes posible” [1]. Ésta noticia se convirtió rápidamente en la más destacada por todos los medios buitres internacionales. La mesa fue servida.

Estados Unidos, la Unión Europea y Japón (en adelante la triada), denuncian que Corea del Norte lanzó desde su cosmódromo un misil balístico de largo alcance en claro desafío a Occidente. La información contradice al propio Pyongyang, que el 2 de febrero notificó a la Organización Marítima Internacional (OMI), organismo de la ONU, que el lanzamiento que planeaba llevar a cabo era el de un cohete que debía poner en órbita un satélite espacial de observación terrestre. Los miembros del CSNU insistieron en que esas acciones, aunque se caractericen "como lanzamiento de satélite", contribuyen al desarrollo de la potencia nuclear del país norcoreano, y por lo tanto violan seriamente las resoluciones antes emitidas por el Consejo Seguridad.

Cabe recordar que desde la Segunda Guerra Mundial, la pequeña península coreana ha significado un fuerte dolor de cabeza para Estados Unidos.

Al pueblo coreano, y especialmente a los habitantes del norte de la península, se les recuerda por su estoica resistencia a los imperios que han tenido que enfrentar a lo largo de toda su historia. En el siglo pasado, el primer intento de dominación fracasado fue por parte del Imperio japonés (1910-1945)  y, más adelante, finalizada la segunda contienda mundial lo intentó de nuevo el imperialismo estadounidense (desde 1950 hasta hoy, solo pudiendo controlar la región sur de la península). Estados Unidos no pudo someter a todo pueblo coreano para convertirlo en otro Estado satélite útil para sus intereses y bases militares, así como lo hizo con Corea del Sur y Japón. De la misma forma, intentó hacerlo con Vietnam, y fracasó. Las sucesivas guerras de agresión imperialista que tornaron en muy caliente la “guerra fría”, donde Estados Unidos apoyó militarmente a los surcoreanos, pretendía anexionarse el norte de la península dirigido por el líder comunista, Kim IL-Sung. Aquellas agresiones provocaron casi un millón de muertos coreanos (del norte y sur), y algunos cientos de soldados estadounidenses. Fue hasta 1953 que finalmente la primera potencia militar  surgida tras la segunda guerra mundial se dio por vencido, aceptando el armisticio (suspensión de las agresiones) con los límites de su Estado vasallo, Corea del Sur, en el famoso Paralelo 38. Sin embargo, el armisticio nunca ha significado la Paz, mucho menos luego de la disolución del campo socialista. Estados Unidos nunca ha podido aceptar su derrota militar.

Poco ha cambiado desde 1953 hasta hoy. Las hostilidades de la triada se han mantenido inalterable en todos estos años, y agravado desde la caída de la Unión Soviética en 1991. A diferencia de lo ocurrido con Cuba e Irán, Estados Unidos persiste en desconocer el nuevo fracaso de su "mejor" arma política: la asfixia económica. ¿Tiene realmente razones la tríada para justificar nuevas sanciones contra el Estado norcoreano, a sabiendas que menoscaban los DD.HH. de ese pueblo? Acaso, ¿No le asiste el legítimo derecho a la defensa a un pueblo amenazado desde 1950 de ser barrido de la faz de la tierra? ¿Es correcto interpretar que el desarrollo militar, y sus ensayos militares, de un país amenazado representan un acto de agresión contra la Paz mundial? ¿No es justo pensar que se trata de todo lo contrario, de una acción disuasiva de sus enemigos? ¿Estaríamos hablando o escribiendo en este momento sobre Corea del Norte si el país asiático hubiera aceptado en el pasado el chantaje condicional del desarmarse a cambio de permitirle acceder a la “ayuda humanitaria”, créditos económicos para el desarrollo y al mercado internacional sin restricciones? Podría parecer redundante todas estas preguntas, pero ¿Qué habría sucedido o que sucedería si el gobierno norcoreano accede finalmente a las primeras y única exigencia de desarme que le ofrece la triada? Acaso, ¿Sucedería algo distinto a lo que hizo con Irak, Libia, Somalia, Afganistán, entre otros?

Si los ensayos militares de misiles balísticos y los ensayos nucleares representan actos de agresiones por parte del régimen de Pyongyang, entonces, para ser realmente justos, Estados Unidos y sus aliados serían los principales agresores del planeta por los constantes ejercicios militares de intimidación que realizan junto a sus aliados. En este sentido, la condena del CSNU aplicaría también para ellos. Un cuchillo para sus propias gargantas. Pero en este mundo donde los poderosos que se creen dueños también de la “razón” y la “justicia”, los vasallos aplauden a sus amos y sólo  débiles aceptan sin reclamo el cruel destino.

El pueblo norcoreano hizo suya aquella máxima que dice “si quieres la Paz prepárate para la guerra”, pues, han sabido conquistarla con su ardua preparación para la guerra. Aunque pueda parecer aberrante y contradictorio para las mentes humanistas, las armas estratégicas nucleares norcoreanas es lo único que logró garantizar la no-intervención y la Paz de aquel pueblo. A diferencia de lo que se dice en los medios, es precisamente al gobierno norcoreano a quién menos conviene la guerra, puesto que también tiene mucho que perder en un conflicto armado con la triada. Pyongyang ha propuesto en reiteradas ocasiones el fin de todas las hostilidades, el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos y sus vecinos para retomar la agenda de una verdadera Paz que respete su dignidad y la soberanía del pueblo norcoreano que abra las puertas para la reunificación con el Sur: una Corea dos sistemas. Tal como lo manifestó el actual gobernante norcoreano, Kim Jong-Un, en su primer discurso a la nación en 2012 “para nuestro pueblo la paz es muy importante, la dignidad y la soberanía también son primordiales” [2].

Nos cuesta creer lo que a diario todos los medios occidentales escriben y dicen sobre la República Popular Democrática de Corea “dirigido por personas desquiciadas que ansían la guerra, porque “pretenden acabar con la Paz y la estabilidad mundial”. Por el contrario, creemos que es precisamente la Paz lo que realmente desea el pueblo y gobierno norcoreano para continuar profundizando su impresionante desarrollo económico-tecnológico conquistado en duras condiciones de bloqueo y sanciones; para insertarse y competir en los mercados mundiales con sus productos y las promesas tecnológicas que se vislumbra en su gigantesco centro de alta tecnología, recientemente inaugurado [3]. Debemos preguntarnos ¿Qué sería de aquella promesa en una Corea del Norte sin sanciones y abierta al mundo? ¿Será ese “mal ejemplo” lo que realmente irrita a los centros capitalistas occidentales?

El chantaje inmoral de la triada occidental pretende hacer de todos los países cómplices de sus crímenes e intereses, cuando los obliga a actuar en consonancia con su discurso, porque, de lo contrario, se estaría al margen de las leyes internacionales y protegiendo a un régimen que amenaza a toda la región con una supuesta catástrofe nuclear. Naturalmente, los países débiles y sumisos no están en posición de reprocharle a Estados Unidos por su doble estándar que aun habiendo sido el único país en el mundo que utilizó las bombas atómicas contra poblaciones civiles en Hiroshima y Nagasaki, pretende disfrazarse de policía y juez para castigar a un pueblo que se atrevió a desafiar al Imperio.

China y Rusia han podido hacerlo mejor en el CSNU, pero sus intereses y la complejidad que revela la región hacen difícil una posición más frontal. Una guerra en esa región perjudicaría a ambos países, especialmente a China, que está siendo amenazada por Estados Unidos y que utiliza a Corea del Norte como pretexto para perpetuar su presencia en la región y apoyar las reclamaciones  de espacios marítimo y de los islotes que demandan Japón y otros países a China.



Fuentes:

[1] Consejo de Seguridad de la ONU: sanciones contra Corea del Norte

[2] Discurso del líder coreano Kim Yong Un

[3] Inaugurado Centro de Alta Tecnología en Corea del Norte