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jueves, 28 de noviembre de 2013

EE.UU. juega las cartas de Brzezinski


Por. Basem Tajeldine
@BasemTajeldine
basemtch@gmail.com

Todo parece indicar que el ex consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., también reconocido hoy como el “cerebro geopolítico” de la administración Obama, el estratega Zbigniew Brzezinski, ha logrado imponer su jugada en el tablero mundial de trasladar el teatro de las guerras y provocaciones mucho más allá del Medio Oriente y el Norte de África, pues su plan es buscar la contención de aquellos países que considera la verdadera y mayor amenaza para la hegemonía estadounidense: que son Rusia y China.

Brzezinski venía oponiéndose a la mediocridad de los fundamentalistas mesiánico-sionistas y los lobbys belicistas quienes, ansiosos por la guerra y la venta de armas que requiere el Complejo Militar Industrial, no podían divisar bien el juego geopolítico mundial, lo que comprometía la propia política de “seguridad nacional” de EE.UU.

Este estratega siempre fue partidario de la solución pacífica al conflicto con la República Islámica de Irán. Brzezinski afirmó en ocasión de una entrevista, en 2009, que “una colisión estadounidense-iraní tendría efectos desastrosos para EE.UU. y menos China, mientras Rusia emergería como el gran triunfador, pues el previsible cierre del Estrecho de Ormuz en el Golfo Árabe-Pérsico donde atraviesa el transporte de petróleo destinado a China, Japón, Corea del Sur, Europa y EE.UU., elevaría el precio del petróleo a niveles estratosféricos y tendría severas repercusiones para la economía global , pasando a ser Europa totalmente crudo-dependiente de Rusia” [1].

El imperio se encuentra hundido en el pantano de Afganistán y ha perdido su cruzada contra Irak. En Siria sus mercenarios están siendo derrotados por un farria resistencia militar y popular. Por otro lado, la aparición de nuevos bloques de poder y la crisis financiera-económica-social-política (crisis estructural del capitalismo) de EE.UU. ha puesto límites a su prepotencia. El imperio en decadencia está calculando bien sus jugadas, moviendo a sus mejores peones en el mundo para cercar a Rusia y desestabilizar, esta vez, al lejano Oriente: China. 

El reciente acuerdo alcanzado entre el Sexteto (los 5 países del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania) e Irán, en razón del programa nuclear iraní con fines pacíficos; el alivio de las “sanciones” económicas impuestas por EE.UU. y Europa contra ese país, ha dejado, también, sin justificación la permanencia del escudo anti-misiles emplazados por la OTAN en zonas limítrofes con Rusia. Hoy Irán dejó de ser la supuesta “amenaza” de Europa, pero el escudo se mantiene contra el país que siempre representó la real “amenaza” para los intereses geopolíticos de EE.UU. y sus aliados Europeos en la región.   “El escudo antimisiles de EE.UU. en Europa ha sido un punto de fricción entre Moscú y Washington por la renuencia de los norteamericanos a presentar garantías jurídicas de que el sistema no va dirigido contra las fuerzas estratégicas rusas” [2]. 

Mientras los sumisos vecinos de Rusia tratan de arrebatar a este país nuevos espacios geopolíticos para emplazar en Ucrania los sistemas antimisilisticos de la OTAN, en el lejano Oriente se levanta un polvorín que amenaza con arrastrar a toda la región a un conflicto de consecuencias insospechadas.

El 23 de noviembre China estableció una zona de defensa aérea en su mar territorial que incluye las disputadas islas Diaoyu/Senkaku (una región rica en petróleo, gas natural y pesca.) y amenazó con derribar a cualquier avión que atreviese la zona [3]. China actuó en respuesta a las últimas movilizaciones militares llevadas adelante por Japón con apoyo logístico de su aliado EE.UU. Seguidamente, el pasado 26 de noviembre dos bombarderos B-52 estadounidenses sobrevolaron la zona de defensa china sin informar a las autoridades de ese país. Dos días después, el 28 de noviembre aviones militares nipones atravesaron la zona de identificación de defensa aérea establecida por China sin ningún aviso previo [5].

Hoy EE.UU. ha decidido optar por la estrategia de Brzezinski en el Gran Tablero Mundial para preservar migajas de su otrora hegemonía.


Fuentes:
[4] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/112624-aviones-militares-japon-china-zona-aerea

martes, 26 de noviembre de 2013

John Kerry, el gran maquillista del “imperio benévolo”


Por. Basem Tajeldine
basemtch@gmail.com

Las palabras del Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ante la OEA cuando dijo que "La era de la Doctrina Monroe ha terminado” quedarán registradas para la historia como la mayor mentira cometida de todas las administraciones estadounidenses. El actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, merece otro  premio Nobel o Guinness por la farsa. Hoy, los estrategas del Pentágono pretenden hacer creer a los gobiernos y pueblos del mundo, que el imperio estadounidense ha cambiado y se ha vuelto “benévolo” y “respetuoso” de las soberanías de los pueblos del mundo, y particularmente de la región que históricamente pretendió dominar.

¿A quienes pretenden engañar EE.UU. cuando miente públicamente sobre sus intensiones de “renovada” diplomacia para América Latina? Un animal carroñero no puede cambiar su dieta compuesta de carne putrefacta porque moriría; esa es su naturaliza. Así como es la del imperialismo de mentir, robar y destruir para dominar.  

Meses atrás, el mismo Kerry en un discurso ante el Congreso de EE.UU se había referido a América Latina como "nuestro patio trasero" [1]. Hoy intenta recoger y maquillar bien sus palabras durante su más reciente discurso ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington cuando dijo "La era de la Doctrina Monroe ha terminado”, y agregó más adelante "La relación que buscamos, y para cuyo impulso que hemos trabajado duro, no se trata de una declaración de Estados Unidos acerca de cómo y cuándo va a intervenir en los asuntos de otros estados americanos. Se trata de que los países se perciban unos a otros como iguales, de compartir responsabilidades, de cooperar en cuestiones de seguridad y de adherirse no a la Doctrina, sino a las decisiones que tomamos como socios para promover los valores y los intereses que compartimos".

Quienes conocen bien al imperialismo estadounidense están vacunados contra sus mentiras y la demagogia común de todos los inquilinos que han pasado por la Casa Blanca.

La administración Obama sólo se ha diferenciado de las anteriores, por su empeño en rescatar la falsa “diplomacia imperial” que antes había sido rota y tirada a la basura por la arrogancia de los halcones imperiales y en especial por la administración de George W. Bush.

Hoy los halcones imperiales han comprendido que EE.UU. no puede seguir actuando, por sí solo, como gendarme del sistema-mundo. La crisis financiera-económica-social-política que presenta EE.UU. ha puesto límites a la prepotencia supremacista que desde siempre ha inspirado a los ideólogos imperiales. Por otro lado, los gobiernos de la Unión Europea, Rusia y China no estaban ya dispuestos a seguir soportando la prepotencia de Bush.  Así que los estrategas imperiales buscaron un nuevo rostro que simulara un cambio, y lo lograron momentáneamente con la figura de Barack Hussein Obama: un hombre negro,  con capacidad de organizar un “buen” discurso diplomático y demagógico para contentar a los aliados europeos. Obama logró negociar con Europa la repartición del botón libio, fundamentalmente con Francia, y alcanzó a comprometer a Europa en los gastos militares de las nuevas campañas bélicas emprendidas en África y a mantener las fuerzas aliadas dentro del insoportable pantano que se ha vuelto la invasión Afganistán.

En el fondo, la nueva diplomacia maquillada por Kerry en la OEA manifiesta la aceptación, a disgusto, de la realidad que sumerge a EE.UU. El discurso, además de reconocer la crisis estructural del capitalismo en EE.UU., también es de resignación ante la realidad mundial que distingue los nuevos bloques políticos y económicos mundiales que imponen límites y exigen respeto. Los países que conforman al Consejo de Cooperación de Shanghái, Eurasia, los BRICS y el MERCOSUR son la real pesadilla para EE.UU.

La nefasta Doctrina Monroe, que fue elaborada por John Quincy Adams, y más tarde atribuida a James Monroe en 1823, promovía los viejos sueños coloniales de los estrategas imperiales de dominio completo del nuevo continente bajo el lema “América para los americanos (del norte)”. Era un intento de anexionarse, paulatinamente, todos los territorios que habían obtenido su independencia de los antiguos imperios europeos (fundamentalmente de España y Portugal), además, esta vieja doctrina se enarbolaba con el propósito de distanciar, aún más, a Europa de sus pretensiones sobre América Latina.

Pero esta doctrina nunca alcanzó sus objetivos planteados en aquellos primeros años. En el siglo XX, la revolución cubana marcó su declive. Si bien, la mayoría de los países de América Latina pasaron a ser neo-colonias de EE.UU. (países mono productores y muy dependientes económicamente de los capitales del norte), los Estados Nacionales creados luego de los procesos independentistas se mantuvieron intactos, con cierto grado de soberanías, lo que permitió a muchos de estos países maniobrar en la cuerda floja sobre el barranco de la entrega completa. La era del neoliberalismo apenas alcanzó a dar algunos pasos en sus propósitos, pero su proyecto del  Área de Libre Comercio para Las Américas (ALCA) fue enterrado por la nueva oleada de mandatarios revolucionarios y progresistas en 2005, Mar de Plata, Argentina.  

China como la gran amenaza

El discurso de Kerry puede interpretarse, también, como un discurso de desesperación. Estados Unidos ve cada día perder su “patio trasero” frente a su mayor rival económico: China.

Interesantes estudiosos hechos por la CEPAL y por numerosos expertos indican que gradualmente América Latina pierde interés en EE.UU. y se acerca a China.

Un interesante análisis realizado por el comentarista político Vladislav Gulévich y publicado por el sitio fondsk.ru revela lo que realmente preocupa a los estrategas imperiales. Dice Gulévich:
                "En general, la cooperación económica con los países latinoamericanos fortalece la seguridad alimenticia y energética de China, ofrece grandes mercados para los productos chinos, y en el futuro puede reconfigurar el espacio geopolítico en el 'patio trasero' de EE.UU. a su favor". Más adelante agrega:  "En Washington, al parecer, bajo estas condiciones, sin correr el riesgo de contrarrestar duramente la penetración de China en América Latina, están tratando de hacer todo lo posible para limitar el impacto de China y para restringirlo solo a la esfera de la economía, sin permitir que se extienda a la esfera política. Sin embargo, es poco probable que a largo plazo China se limite estrictamente a las relaciones comerciales con América Latina", explica el experto, citando como ejemplo un acuerdo de concesión de préstamos entre Bolivia y China de 2011 en virtud del cual, además de 300 millones de dólares, el gigante asiático suministra varios vehículos para el Ejército boliviano y cooperación técnico-militar. Según Gulévich, Pekín va a continuar con esta política” [2].

Los estrategas imperiales observan impávidos, pero furiosos, a su “patio trasero” escapar de sus manos sin poder hacer mucho para evitarlo. América Latina busca en el gigante asiático lo que EE.UU. y Europa nunca han ofrecido, ni podrán ofrecer. China invierte en capital productivo, sede tecnología y no interviene en los asuntos internos de los países donde circulan sus capitales. Esto demanda a EE.UU. en bajar un poco el tono a su desafiante discurso. Los voceros estadounidenses se han topado con los límites que hoy le impone la realidad de la región, pero no se quedarán de brazos cruzados.

Así lo hizo entender John Kerry en su discurso ante la OEA. Kerry no dejó pasar la oportunidad para mostrar el puñal de la amenaza. Pese a insistir en el “fin” de la política intervencionista en América Latina, el vocero imperial dejó claro que ello no implica dejar de seguir manifestando "inquietudes" en casos de desviaciones de las vías democráticas. Dijo: "reciente debilitamiento de las instituciones democráticas" en Venezuela o la necesidad de reformas políticas "más amplias" en la todavía "autoritaria" Cuba”. Una semana más tarde volvió, esta vez, la vocera del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki, a retomar las riendas del discurso agresivo contra Venezuela cuando dijo, en referencia a la Ley Habilitante aprobada en Venezuela, que “el Gobierno estadounidense ve importante, para las instituciones democráticas servir a sus roles designados y apropiados. Y creemos que la separación de poderes es elemento esencial de la democracia" [3]. ¿No es esto, acaso, un doble discurso?

América Latina está escapando de las manos de EE.UU. Esta realidad comienza a ser digerida, a duras penas, por los voceros imperiales. El ex consejero de Seguridad Nacional de EE.UU. Zbigniew Brzezinski culpa al "activismo populista" que amenaza con desviar la transición hacia un nuevo orden mundial, dice: “el aumento en el activismo populista en todo el mundo está demostrando ser perjudicial para la dominación externa como la que prevalecía en la época del colonialismo y el imperialismo” [4].

Muchos creyeron que el siglo XXI también sería de la hegemonía de EE.UU. como lo fue el siglo pasado. Nada será igual que antes. El estratega Brzezinski admite que esta es ya una “ilusión”, la dominación estadounidense ya no es posible debido a un acelerado cambio social provocado por "las comunicaciones de masas como la radio, la televisión e Internet, que han estimulado "un despertar universal de la conciencia política masiva", pero Brzezinski olvidó admitir que la crisis estructural del capitalismo ha creado en todo el mundo condiciones objetivas y subjetivas que, más temprano que tarde, terminarán por provocar una revolución a escala mundial.



Fuentes:


lunes, 18 de noviembre de 2013

El príncipe saudí Bander Ben Sultán podría ser el próximo Manuel Noriega del Medio Oriente


Por. Basem Tajeldine
@BasemTajeldine

Tanta hipocresía y cinismo es insoportable hasta para el más ingenuo en política exterior.  El maquiavelismo criminal de la élite plutocrática que controla a Estados Unidos rebasa todos los límites de la maldad. Los demonios hijos del Capital persisten en su empeño de destruir a Siria y doblegar a sus más valientes hijos.

EE.UU. y sus aliados no desisten en su empeño por hacerse del control entero de la rica y geoestratégica región del Medio Oriente, doblegando a aquellos gobiernos que levantan banderas de soberanía y dignidad. El imperio del mal y la decadencia lava sus manos mientras continúa encubriendo sus propósitos contra Siria, manteniendo su apoyo a los grupos terroristas vinculados a Al-Qaeda, dejando actuar con más beligerancia a Arabia Saudita e Israel.

La rabia manifiesta del sombrío príncipe saudí, Bander Ben Sultán (conocido durante una época como Bander Bush, por sus relaciones con aquella familia), por el cambio de postura de EE.UU. en favor de una salida negociada en Siria, lo que según los medios occidentales “generó el supuesto distanciamiento del reino con la actual administración Obama”, denominado por otros como “el divorcio entre EE.UU. y Arabia Saudita” [1], viene a ocupar  el escenario mediático internacional que pretende hoy ocultar la responsabilidad directa de EE.UU. en los crímenes que comenten los grupos terroristas en Siria, para ocupar sólo del sucio trabajo a los sádicos príncipes del reino medieval saudita.

Son muchos los conocedores del tablero geopolítico del Medio Oriente quienes aseguran que Bander es el hombre clave de EE.UU. e Israel para los trabajos más sucios en aquella región. De hecho, el príncipe saudita juega un rol fundamental en los esfuerzos de EE.UU. Europa e Israel para derrocar al legítimo y soberano Gobierno sirio dirigido por el Dr. Bashar Al Assad.

Este maniático príncipe saudita, que durante dos décadas fue embajador de Arabia Saudí en EE.UU., y que mantiene estrechos vínculos con la CIA desde su experiencia como diplomático,  hoy funge como jefe de los servicios de inteligencia saudíes desde julio de 2012.  Bander es también conocido como "Bandar Ben Israel" (que significa "Bandar hijo de Israel, por sus inclinaciones proisraelíes), es, sin lugar a duda, uno de los arquitectos de la mal llamada “primavera árabe”  y el padre de los grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda en el Medio Oriente y Norte del África. Estos mismos elementos yihadistas que parecieran muchas veces responder a “lineamientos e intereses propios”, lo cierto es que están muy infiltrados por los servicios secretos saudíes, la CIA, el MOSSAD y la inteligencia británica y francesa, lo que dificulta rastrear el origen de las órdenes para explicar su comportamiento.

El nombre Bander Ben Sultán recuerda mucho al otro famoso príncipe saudí también llamado “Ben”, si, el reconocido terrorista Osama Ben Laden que pertenece a la misma familia de multimillonarios petroleros y de la construcción saudita, muy ligados a EE.UU. Ambos profesan la misma irracional ideología wahabí-salafista deformadora del verdadero espíritu del Islam.

El príncipe saudita Bander Ben Sultán es desatestado hasta por algunos medios Occidentales que lo catalogan como el Maquiavelo del Medio Oriente, de quién han publicado muchas investigaciones sobre sus conexiones con los grupos terroristas yihadista. Vale destacar la publicación hecha por el diario español Público.es que en ocasión del viaje de Bander a Rusia señaló lo siguiente:
“Los métodos que utiliza Bandar para conseguir sus objetivos son expeditivos y podrían calificarse de mafiosos en alguna ocasión sin necesidad de recurrir a ninguna hipérbole (…) De acuerdo con The Daily Telegraph, Bandar se reunió recientemente en Moscú con el presidente Vladimir Putin y le prometió el oro y el moro a cambio de forzar la caída del presidente Bashar al Assad (…) Si Putin colaboraba en ese objetivo, Bandar le garantizaba que el nuevo régimen de Damasco permitiría a los rusos mantener la base militar que tienen en el puerto de Tartús, que es su única base naval en todo el Mediterráneo (…) también garantías para la protección de las Olimpiadas de invierno del año que viene en la ciudad de Sochi (porque) nosotros, dijo Bander, controlamos a los grupos chechenos que amenazan la seguridad de los juegos (…) Esta última oferta no sorprendió a Putin, quien le contestó que los rusos saben desde hace una década que los saudíes están detrás del “terrorismo” checheno " (…) Este comportamiento sin escrúpulos ayuda a explicar muchas de las miserias de Oriente Próximo  (…) En la guerra civil siria, los occidentales mueven sus piezas con cálculo maquiavélico y no hacen ascos a mantener una cordial relación directa e indirecta con los islamistas sunníes y Al Qaeda que incluye la financiación y la entrega de armas a los yihadistas por medio, en este caso, del príncipe Bandar, que es conocido cariñosamente por los islamistas como “Al-Habib” o “el amado” (…) La de Siria no es ni mucho menos primera aventura militar de Bandar. En 2006 destinó 200 millones de dólares a financiar una milicia sunní en Líbano, pero este grupo no resistió el primer enfrentamiento con Hizbola y dos años más tarde se disolvió; y en los últimos años ha financiado grupos salafistas yihadistas libaneses. Agentes saudíes han impulsado la yihad en Afganistán, Bosnia, Chechenia, Irak, Cachemira y otros lugares.” [2].

El uso de armas químicas por parte de los grupos terroristas-yihadistas en Siria, apoyados por Arabia Saudita e introducidos a través de las fronteras turcas y jordanas, que pretendía desatar una intervención extranjera a gran esacala so-pretexto de “Responsabilidad de Proteger”, fue también obra de este maquiavélico príncipe saudí. 

Un informe elaborado por el periodista jordano Yahiya Ababneh y publicado el 29 de agosto en MintPress News sugiere que la muerte de centenares de personas en el área de Damasco por el uso de armas químicas el pasado 21 de agosto no se debió a un bombardeo del Ejército leal al presidente Bachar al Asad, como sostiene Estados Unidos, sino a la “deficiente manipulación” que hicieron los propios rebeldes de las armas químicas que estaban en su poder y que habían recibido de Arabia Saudí.

El estudio fue realizado en el área de Guta Oriental en los días posteriores a la tragedia entrevistando decenas de supervivientes, muchos de ellos milicianos rebeldes, y a otros civiles, incluidos médicos locales. El mismo revela lo siguiente:
“Todo indica que la muerte de este grupo se debió al mal uso de las armas químicas que les había proporcionado un miliciano saudí conocido con el nombre de Abu Ayesha, hombre de Bander Ben Sultán, que comandaba un batallón de rebeldes en el área de Damasco. El accidente justamente ocurrió en la noche del 21 de agosto, es decir el mismo día que más tarde se acusó al ejército sirio de haber usado las armas químicas en Guta Oriental.
Llamaron poderosamente la atención las palabras de un combatiente rebelde cuando dijo: "[Los saudíes] no nos dijeron qué clase de armas eran ni cómo usarlas. No sabíamos que eran armas químicas y nunca llegamos a imaginarlo. Cuando el príncipe Bandar entrega armas como éstas debería proporcionar gente que supiera cómo manejarlas y cómo usarlas" [3].

Bandar Ben Sultán sabe que su futuro está empeñado porque ha vendido su alma al Diablo. Los medios occidentales le están advirtiendo un mal augurio. Quizás Bander al criticar duramente a EE.UU por su cambio respecto a Siria esté jugando con fuego y huyendo hacia delante, o se trate simplemente de un Show político-mediático que pretende lavar las manos de EE.UU. del apoyo a Al-Qaeda en Siria y Libia y del mantenimiento de la guerra terrorista en Siria pese a los compromisos adquiridos entre EE.UU. y Rusia.  

Pero conociendo bien que EE.UU. que no posee “amigos” en el mundo, sino sólo intereses, algún día este triste personaje correrá con la misma suerte de aquel otro tristemente recordado cipayo panameño Manuel Noriega ligado al narcotráfico y a los grupos mercenarios "Contra" que activaron en Centroamérica con el apoyo de la CIA y la DEA. Cuando empiece a molestar mucho su mal olor, Bander será desechado y convertido en otro Bander Ben “Noriega”.



Fuentes:


domingo, 10 de noviembre de 2013

¡Bye bye Estados Unidos de Egipto!



El reencuentro de los históricos aliados Egipto y Rusia devela los cambios geopolíticos transcendentales que vienen gestándose en toda la región

Por. Basem Tajeldine

Hasta el día de hoy sigue siendo complicado para muchos definir con exactitud el rumbo político que viene tomado el actual gobierno de transición de Egipto, incluso para este escribidor que no dudó en apoyar la última rebelión popular que terminó por derrocar al gobierno del Islam político reaccionario de la Hermandad Musulmana (HM) dirigido por Mohamed Mursi.
Grandes contradicciones y diferentes corrientes políticas siguen confrontándose de forma silenciosa dentro de la dirección del Estado egipcio, al tiempo que un bombardeo de análisis e informaciones encontradas promovido por los sesudos “intelectuales” de la seudo-izquierda (trotskistas) y periodistas muy bien remunerados por EE.UU. y Europa contribuyen a complejizar, aún más, el estudio de la situación que afronta el pueblo egipcio, lo que hace más difícil su comprensión.
Luego de la caída de la HM, tras un levantamiento popular sin precedente en la historia de ese país, donde millones de personas salieron el 30 de junio de 2013 a las calles de las más importantes ciudades de Egipto para protestar contra las pretensiones antidemocráticas de Mursi, movilización que no pudieron ocultar los medios occidentales [1], Egipto experimenta cambios sigilosos, casi imperceptible para el común que no dispone de todas las informaciones.
Dentro de la aparente tranquilidad alcanzada por el gobierno de transición de ese país tras el desgaste de los partidarios de la HM y la derrota de los yihadistas en el Sinaí, en Egipto se suscitan eventos importantes que muy pocos saben interpretar, pero que asoman luces sobre una tendencia política que cobra fuerza y viene dando pasos agigantados y marcando distancia de EE.UU. 
Una noticia aparecida recientemente en un reconocido medio ruso llamado RussiaToday RT-Internacional, revela un hecho que sin duda define un cambio geopolítico trascendental que golpea al rostro malogrado de la hegemonía de EE.UU. sobre ese país y toda aquella convulsionada región. Dice la misma:
“Egipto pronto podría comprar a Rusia las armas más modernas, y la suma de la primera oferta podría llegar hasta 4.000 millones de dólares (…) Según la publicación, Moscú ofreció a El Cairo "firmar un acuerdo histórico, con el derecho de elegir las armas más modernas, sin que haya ningún tipo de restricción en los sistemas de combate individuales, tal como a veces ocurrió en el pasado" [2].
Otra noticia, esta vez destacada por la agencia Cairo Press Review (medio de ese país) subraya lo que se convertirá, sin duda, en la confirmación de “un signo de los nuevos tiempos en el Medio Oriente y de la debilidad estratégica de los EEUU” tal como lo expresa el camarada Juan Antonio Hernández, Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en la República Árabe de Egipto.
La noticia dice:
“Los ministros de Exteriores y de Defensa de Rusia viajarán a El Cairo la próxima semana para conversaciones con sus homólogos egipcios sobre la venta de armas y las relaciones entre ambas naciones, dijo un funcionario ruso el viernes.
La visita fue descrita como un preludio a la visita del presidente ruso Vladimir Putin a Egipto a finales de este mes.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú sostuvo  que las conversaciones se celebrarán el miércoles y el jueves, y por primera vez implican tanto al jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, como al ministro de Defensa Sergei Shoigu . "La visita y la discusión se darán en ese formato por primera vez en la historia de nuestras relaciones de amistad (con Egipto)". 
Los dos ministros de Rusia llevarán a cabo una reunión con el viceprimer ministro y ministro de Defensa, Abdel- Fattah el- Sisi y el ministro de Relaciones Exteriores Nabil Fahmi , agregó el portavoz de la cancillería rusa.
Cabe destacar también otras informaciones resaltadas por otro diario egipcio MENA el 08/11/2013 que cuentan sobre la visista oficial de una delegación  egipcia a Rusia el martes con el objetivo de “fortalecer las relaciones con Moscú”. Según el medio “la delegación reiteró la importancia de establecer  relaciones estratégicas con Rusia y así lograr el equilibrio de Egipto en el mundo”. Uno de los delegados de la delegación oficial era el Vice Primer Ministro, Yahya al Gamal, quién expresó su agradecimiento a Rusia “por la histórica ayuda que prestó durante la era del Presidente Abdel Nasser”.
Todo parece indicar que los estrategas estadounidenses conocían poco a sus “amigos” o calcularon mal sus pasos en Egipto. Su pretendido chantaje contra el gobierno de transición y las fuerzas armadas de ese país, de bloquear los fondos de “ayuda militar” calculados en 1.300 millones de dólares anuales [3] (equivalente al 20% de todo el presupuesto militar) resultó ser un grave error político y estratégico que aceleró los cambios en la composición interna de la actual dirección política egipcia. Las corrientes más pro-occidentales quedaron aisladas, y perdieron espacios de poder.
Los estrategas imperiales (o “think tank” como gustan llamarse) que saben más de hamburguesas que de historia, olvidaron que en la década de los 50ta del siglo pasado EE.UU. cometió el mismo error, que tercamente hoy vuelve repetir, al negarse de abastecer con armas modernas y repuestos militares a la República Árabe de Egipto que nacía tras el derrocamiento del títere monarca Faruk a manos del “Movimiento los Oficiales Libres” liderizado por el carismático y rebelde Gamal Abdel Nasser. El líder revolucionario egipcio buscó apoyo internacional y encontró los brazos abiertos de la Unión Soviética. Egipto soberano se unió al bloque de países que cambiaron la histórica en aquellos gloriosos días. 
Los come-hamburguesas, quizás, poco saben, o descubrieron que ya era demasiado tarde para poder evitar el acercamiento de Egipto y Rusia. La renovada amistad entre los dos países marca el fin de la era de la traición de Anuar Al Sadat, Hosni Mubarak y Mohamed Mursi, y el regreso de un Egipto independiente y soberano al complicado tablero geopolítico regional, con una fuerzas armadas bien equipadas que han derrotado a la última carta bajo la manga imperial: el islamofascismo [4].
Bien lo ha manifestado el exconsejero de Seguridad Nacional de EE.UU. y el actual cerebro de la Casa Blanca, Zbigniew Brzezinski, cuando reconoció durante una conferencia en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Universidad Johns Hopkins que “la dominación de EE.UU., que después de la Guerra Fría determinaba la agenda internacional, ha terminado y no podrá restablecerse durante la vida de la próxima generación” [5].
Vientos frescos vuelven al Egipto de Gamal Abdel Nasser y surcan por toda la región del Medio Oriente y el Norte del África, trayendo consigo las esperanzas renovadas del Panarabismo y el socialismo árabe banderas de aquel gigante. Pero aún falta mucho por definirse. Las futuras elecciones programadas para el primer trimestre del próximo año serán definitorias.
La República Árabe de Egipto está llamada a ejercer un liderazgo determinante en toda la región y apoyar a sus históricos aliados en Siria en su lucha contra las diferentes bandas terroristas islamofascistas vinculadas a Al-Qaeda y apoyadas por EE.UU., Francia y sus aliados de la región.

Fuentes:
[5] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/109427-brzezinski-hegemonia-eeuu-contados