Liga Anti-árabe

Por. Basem Tajeldine

Centro de Saberes Africanos

La Liga Árabe ha muerto. Esta organización que sólo en muy pocas ocasiones de su penosa historia reconoció y apoyó los intereses de sus pueblos ha dejado de existir. Q.E.P.D.

En realidad vivía en estado vegetativo, pero los últimos acontecimientos terminaron con ella. Su sepelio comenzó el mismo día en que la Liga Árabe apoyó la partición de Sudan (la creación de Sudan del Sur) y la intervención extranjera y por mercenarias al mando de la OTAN de la Jamahiriya Libia.

Su lugar ha sido tomado por un nuevo organismo que actúa en su nombre como un cáncer contra sus propios miembros; un monstruo anti-árabe y descaradamente pro-occidental y pro-sionista; un Frankenstein dirigido por las tiranías vasallas del Golfo mantenidas y tele-dirigidas a su vez por EE.UU. Este cáncer, monstruo o Frankenstein es el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) órgano que agrupa a todas las petro-monarquías (Arabia Saudita, Qatar, Emirato Árabes, Dubai y Bahrein). La posición nuevamente manifiesta por eso que se dice llamar “Liga Árabe”, esta vez contra otro país árabe, la República Árabe Siria, es la misma del CCG. La Liga Árabe sólo vio gloria en vida del líder egipcio Gamal Abdel Nasser. Hoy los pueblos árabes asisten a su largo sepelio. El cadáver insepulto de este instrumento imperial comienza a descomponerse. El mal olor espanta a muchos. 

A eso que todavía algunos llaman “Liga Árabe” bien podríamos comenzar a llamarla hoy Liga Anti-árabe, pues, su objetivo dejó de ser la promoción de la paz negociada y la unidad de los países árabes para convertirse en promotor de los intereses Us-Israelíes en tierras árabes.