Por. Basem
Tajeldine
La canalla derechista parásita y servidumbre
del imperialismo estadounidense y del sionismo no medita ni da tregua en sus
planes de guerra sucia por desgastar y destruir a la Revolución Bolivariana. La
miseria morbosa y tramposa “venezolana”
siempre esconde un “As” bajo la manga.
La nueva arremetida bastarda de la derecha que hace
uso de unas supuestas grabaciones filtradas del camarada Mario Silva, conductor
del programa “La Hojilla” [1], da
crédito de esto, pero también oculta su desastre. Veamos por qué.
Cualquier joven o niño, sin necesidad de hacer
un gran esfuerzo creativo-teórico-conspirativo podría adivinar los verdaderos
propósitos que persigue la derecha parásita y traicionera “venezolana” al hacer
público su nueva adquisición y arma de chantaje y manipulación contra el pueblo.
La derecha se percató que había perdido su batalla política por deslegitimar la
genuina victoria electoral del primer Presidente Obrero y Chavista, Nicolás
Maduro, el pasado 14 de octubre, tanto dentro del territorio nacional como en
todos los escenarios políticos y organismos internacionales –faltando sólo por
el reconocimiento de los Estados Unidos- y su plan conspirativo fascista que
provocó la muerte de 11 compatriotas venezolanos y la destrucción de varias infraestructuras
privadas y públicas había dado tempranas muestra de fatiga al segundo día de
haber enviado Capriles Radonsky a sus hordas fascistas a “descargar las
arrecheras”* contra el pueblo chavista. Por todo esto la derecha se decidió a lanzar
su nueva carta. Con esta última arremetida, la canalla pretendía desviar la
atención sobre su nuevo fracaso político nacional e internacional, también de
los procesos penales abiertos contra los responsables de los crímenes del 15 y
16 de abril, y motivar algo más.
El gobierno socialista de calle del Presidente
Maduro ha dado positivos resultados políticos y económicos para el país en
breve lapso de tiempo. El Plan Patria Segura comienza a arrojar resultados
asombrosos en cuanto a la disminución de los índices delictivos en el país. Los
anaqueles de las grandes distribuidoras de alimentos comienzan a llenarse de
productos que estaban siendo acaparados por los conspiradores comerciantes. Si
bien es cierto que aun sigue escaseando el papel higiénico, la razón es otra.
La derecha parásita y sus disociados solicitan de grandes cantidades de papel
higiénico para limpiarse de su incontrolable defecación política. Sus
necesidades son incontrolables. Ellos pretenden ocultar su fracaso.
La canalla derechista nunca dejará de hacer la
guerra sucia a la que están mal acostumbrados. Con su nueva arma de
manipulación pretendieron no sólo dividir a las fuerzas político-sociales de la
revolución, sino también desmoralizarla para desmovilizar al pueblo. Creyeron
que podían romper la unidad popular en torno al Presidente Nicolás Maduro y generar
un escenario de desestabilización en el país apropiado para justificar un golpe
de Estado traicionero. Pero la inmoral derecha nunca ha podido contra la moral
revolucionaria.
Es irrelevante para los revolucionarios discutir
entre la veracidad o no de las grabaciones presentadas días atrás por la
canalla apátrida y mentirosa. El venezolano es un pueblo inteligente. Entiende
que nada es más natural que las diferencias y ciertas contradicciones también dentro
del seno de las fuerzas de la revolución. La dialéctica de todo genuino proceso
revolucionario se resume en “unidad y lucha de contrarios”: reformistas y
revolucionarios enfrentados y unidos frente a un enemigo común bajo una bandera
común inscrita en el legado del Comandante eterno Hugo Chávez y el Plan de la
Patria 2013-2019.
Las diferencias de enfoques, ideas, métodos no
tienen nada de extraño o negativo para nuestra revolución. El socialismo es
algo que está por hacerse todavía, construirlo en base a nuestras propias
particularidades históricas y sociales. El socialismo lo reclama la humanidad completa
y nadie tiene la verdad absoluta en sus manos ni el poder mágico para
implantarlo de la noche a la mañana y sin errores. Como también es natural que el
oportunismo y las desviaciones jueguen su parte en nuestro proceso. Lo anormal
está en no reconocerlos y mucho menos enfrentarlos. El mismo Comandante Chávez
siempre fue el primero en denunciar las pequeñeces y las desviaciones internas
de algunos reflejándolas como vicios arrastrado del pasado que debemos
enfrentar pero con responsabilidad y sin romper la unidad. La crítica y la
autocrítica, la revisión y rectificación de la revolución, la limpieza interna
son estas acciones, precisamente, el combustible que alimenta el fuego
revolucionario. El PSUV y el Polo Patriótico tienen grandes tareas por hacer.
¿Habrá notado la canalla que su show cohesionó
aun más a las fuerzas revolucionarias y que su tiro le salió por la culata?
Frente a esta nueva prueba la Revolución
Bolivariana demostró su fortaleza y nuestro pueblo su alto grado de consciencia.
Los revolucionarios no caeremos nunca en el juego de la canalla.
Urge hoy una gran ofensiva política y legal
contra la canalla asesina y bastarda derecha venezolana.
Fuentes:
* Término utilizado por el candidato perdedor
Henrique Capriles Radonsky el día 15 de Abril de 2013 cuando motivaba a sus
disociados a salir al asalto y generar violencias en las calles.
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