Por. Basem
Tajeldine
Para poder explicarnos lo que sucede en la
psiquis de una buena parte de la sociedad venezolana (la clase media disociada)
que de forma ciega consiente acciones criminales contra el pueblo Chavista, se
hace necesario conocer un poco de psicología. No existen razones políticas y
económicas que explique las rabias desatadas de estos sectores de la sociedad
venezolana. 14 años de guerra de 4ta Generación promovida por la derecha contra
la Revolución Bolivariana han terminado por generar un profundo daño
psicológico en muchos venezolanos, hasta el punto de transformarlos en seres
irracionales y muy agresivos; absurdamente intolerantes e incapaces de
discernir la verdad e identificar las contradicciones de clases y los intereses
ocultos.
Muchos venezolanos han caído en la trampa de la
derecha, y no pueden percatarse que han sido manipulados por intereses
contrarios a los suyos. El daño psicológico recibido les ha bloqueado la única
capacidad que los distingue como seres humanos: de razonar para poder
cuestionar la realidad.
Una parte importante de la población -por
suerte no es la mayoría- sufre de disociación psicótica y han revelado
actitudes francamente fascistas en los últimos días. La furia irracional
desatada por Capriles cuando dijo que el 14 de Abril hubo “fraude” hizo
despertar los deseos de “venganza”, muerte y destrucción de todo lo que se
relacione con la izquierda y el Chavismo. La derecha pretendió empujar al país
por una espiral incontrolable de violencia y terrorismo que deviniera en una
Guerra Civil y en una intervención extrajera. Los actos vandálicos fascistas promovido
por el sionista Henrique Capriles Radonsky en las pasadas noches del 15 y 16 de
Abril hicieron revivir en nuestros abuelos los dolorosos recuerdos de la
Alemania nazi de los años 1933-45 “Las
noches de los cristales rotos”; las persecuciones y muertes de anarquistas en la
España de Franco; las purgas y muertes de partisanos en la Italia de Mussolini;
las desapariciones de socialistas y comunistas en la Chile de Pinochet; y el
acoso y muerte de niños y mujeres palestinos en Gaza y Cisjordania a mano de
las hordas de colonos sionistas en Palestina ocupada.
Ha sido denunciado que grupos de especialistas psicólogos,
psiquiatras y expertos en imagen vienen trabajando para los laboratorios mediáticos
dominados por la derecha elaborando campañas que buscan captar la atención de determinados
sectores sociales, especialmente de las capas medias y bajas de la población
para reprogramarlos psicológicamente a favor de sus intereses políticos
extraños a ellos mismos. Según el conocido psiquiatra Heriberto González “una parte de la
sociedad venezolana ha sido programada con el fin de estar preparados para la
batalla, desear pelear y atacar al otro.
Las campañas de intoxicación mediática de la
derecha; de mentiras y siembra de miedos infundados han terminado por destruir
la capacidad de razonar en muchos venezolanos. Urge desarrollar la psicología
inversa para la liberación.
Los fascistas criollos
y sus homólogos europeos
Los fascistas de la Europa de
ayer (1930 - 1945) y los “renovados” de hoy seguramente sentirían mucha
vergüenza por la actuación de sus homólogos en Venezuela. No precisamente por
la barbarie criminal desatados por los “criollos” durante los días 15 y 16 de
Abril del presente año, que culminaron con los asesinatos selectivos de 11 compatriotas
venezolanos Chavistas (entre ellos 2 niños), en hechos suscitados en varios
Estados del país, sino por la cobardía de estos y su falta de propuesta
política.
Son precisamente estas, a mi
entender, las dos diferencias más resaltantes que distinguen a los fascistas
venezolanos de sus homólogos europeos del antaño y de hoy. Por lo demás son
similares.
Los fascistas criollos son
incapaces de reconocer públicamente sus crímenes y desconocen los propósitos
políticos de su dirigencia para el país. Su descomunal ignorancia política los
convierte en seres aun más patéticos y banales que sus aliados europeos, puesto
que lejos de estar identificado con la ideología propia del “nacionalismo
extremo” (aunque algunos manifiesten luchar contra una supuesta “cubanización”
del país), tampoco propone ningún proyecto económico-político totalitario
plutocrático (Fusión Estado-Burguesía) tipo “Capitalismo de Estado
Corporativo”. Sin embargo, esta discapacidad intelectual de fascismo criollo no
los ubica muy por debajo de sus homólogos europeos, puesto que fascismo al fin,
intolerante y brutal como todos, este se manifiesta bajo sus variante más
vulgar, babosa y bandolera que como un movimiento político organizado de un
sector de la burguesía parasita venezolana dependiente del capital foráneo.
Los patéticos fascistas
venezolanos nunca llegarán a nada. Niños malcriados codificados mentalmente por
la brutal propaganda desquiciadora que sólo saben manifestar su frustración y
desesperación con actos criminales y de intimidación, ante la imposibilidad de
sus amos por hacerse del poder del Estado por la vía electoral. Por ello apelan
por la vía violenta, enajenando a las masas, fundamentalmente por medio de la
disociación de la Clases Media.
Las características del fascismo
Los medios de difusión en manos
de la parásita burguesía venezolana han hecho uso y abuso de una brutal y sin igual
estrategia propagandística llena de mentiras y medias verdades repetidas mil
veces para manipular la psiquis colectiva de sus bases sociales disociadas y
hacerlas pasar como “verdades” incuestionables, al mejor estilo del
propagandista nazi Joseph Goebbels (1897-1945).
Los laboratorios mediáticos de la
derecha han logrado bloquear la capacidad de razonar de muchos venezolanos para
hacer que estos respondan de forma inconciente a sus bastardos e insanos
intereses políticos.
El fascismo que los venezolanos
conscientes vimos manifestarse en los días 15 y 16 de Abril del presente año,
pero también en los últimos 14 años de Revolución Bolivariana, forma parte de
esa misma y única estrategia de la derecha que persigue generar violencia para
tratar de imponerse y arrebatar el poder del Estado por medio de la
fuerza.
Además de la intolerancia, el
racismo y desprecio por los pobres y por las causas revolucionarias nacionales
e internacionales, el apoyo de la alta cúpula católica, la demagogia que son todas
estas manifestaciones más comunes que igualan a los fascistas en todo el mundo,
sin embargo el fascismo criollo posee algunas características mucho más
marcadas que la distingue. Veamos.
Una de las características
fundamentales es su insistencia en la indefinición
política (no se definen ni de derecha, mucho menos de izquierda), aunque en
algún momento el dirigente de Primero Justicia Capriles Radonsky dijo
inclinarse por una “socialismo-democrático tipo Lula Da Silva (ex presidente
del Brasil)”, una vez desmentido por el propio Lula no volvió a hablar del
tema. En realidad pertenecen a la extrema derecha identificada con la
plutocracia. Así logran manipular y pescar a muchos ingenuos para sus fines
políticos
Otra característica fundamental es
su anti-intelectualismo, incluso,
mucho más marcado que el anti-intelectualismo del nazi-fascismo europeo que de
cierta medita contaron con prominentes
sanguinarios ideólogos que desarrollaron teorías distorsionadas de la
superioridad y la necesidad del “orden nazi-fascista”, entre ellos resaltan
figuras como Walter Darré, Dietrich Eckart, Hans Frank, Rudolf
Hess, Heinrich Himmler, Robert Ley, Julius
Streicher, Alfred Rosenberg, etc.
Pero homólogos criollos no tienen
nada ni a nadie para mostrar como ideólogo. Con esto logran distraer e imponer con
mayor facilidad el predominio de la acción por sobre el pensamiento. Desprecian
el debate político y en su lugar promueve la exaltación de los elementos
irracionales del ser humano (las “arrecheras”).
El fascismo venezolano se
caracteriza por su intento de negar la
lucha de clases, el fanatismo y la
demagogia de la derecha aunque sus representantes no reparan en codearse con la
burguesía parásita venezolana y manifiestan públicamente sus odios contra las
clases más bajas de la sociedad venezolana. Otra característica también muy
particulares que distinguen a los fascistas “criollos” es la de presentarse siempre como victimas de un
supuesta persecución.
La expresión política del
fascismo venezolano se encuentra en el partido político Primero Justicia, cuyas
raíces directa de influencia y formación política de sus grupos estuvo bajo la
orden del movimiento Tradición Familia y Propiedad (TFP), organización de
inspiración claramente fascista, dirigida hasta 1984 por el criminal Alejandro
Peña Esclusa (También detenido en el año 2010, acusado de terrorismo, y por su relación con el terrorista capturado Francisco Chávez Abarca). Peña Esclusa se
estrenó durante el gobierno de Jaime Lusinchi (1984-1989) al ser investigado
por los servicios de inteligencia de la época por un presunto plan de asesinato
del Papa Juan Pablo II durante su visita a Venezuela.
La secta TFP fue prohibida en
1984, hasta que posteriormente sus bases lograron reorganizarse en el
movimiento político y posteriormente partido Primero Justicia.
La clase media en el fascismo
La intolerancia, el temor, el odio y la
violencia irracionalidad contra los militantes de izquierda; la
anti-intelectualidad, la negación de la lucha de clases, la usurpación del
discurso revolucionario, la banalización del discurso político y de la realidad
social; la victimización en la lucha política; el racismo, la creencia de
superioridad, el clasismo, etc., son estas las características y las
manifestaciones más comunes del fascismo que hoy expresan sobradamente la
derecha venezolana y muchos de sus seguidores disociados.
El fascismo es la ideología y la naturaleza
misma de la burguesía, con la que logra impregnar y manipular a una buena parte
de la así llamada Clase Media.
Fue el psiquiatra y escritor alemán Wilhelm
Reich (1897-1957) en su libro psicología de masas del fascismo escribe lo
siguiente: “Visto desde la perspectiva de
su base de masas, el fascismo era claramente un movimiento de las clases
medias. Nunca hubiera podido ganar Hitler para su causa a las clases medias si
no hubiera prometido iniciar la lucha contra el gran capital. Estas clases le
ayudaron a vencer porque estaban en contra del gran capital. Presionados por
ellas, los dirigentes fascistas tuvieron que tomar medidas anticapitalistas que
se vieron obligados a revocar a
instancias del gran capital (…)En la medida en que el fascismo estaba obligado
a poner de relieve su carácter de "movimiento de las clases medias"
(antes y poco después de la toma del poder), resultaba en efecto,
anticapitalista y revolucionario; pero, como no hizo nada para desposeer de sus
derechos a los grandes capitalistas, cuando dejó caer cada vez más claramente
su máscara anticapitalista, para poner de relieve su función exclusivamente capitalista,
a fin de reforzar y mantener su poder, se convirtió en el defensor fanático del
imperialismo y en el pilar del orden económico del gran capital”.
El fascismo y capitalismo son
mismos. Decía Bertolt Brecht que “Estar contra el fascismo sin estar contra el
capitalismo; rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a
reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
escribe tu comentario