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miércoles, 29 de mayo de 2013

La sociedad enferma en Venezuela: el fascismo “criollo”


Por. Basem Tajeldine

Para poder explicarnos lo que sucede en la psiquis de una buena parte de la sociedad venezolana (la clase media disociada) que de forma ciega consiente acciones criminales contra el pueblo Chavista, se hace necesario conocer un poco de psicología. No existen razones políticas y económicas que explique las rabias desatadas de estos sectores de la sociedad venezolana. 14 años de guerra de 4ta Generación promovida por la derecha contra la Revolución Bolivariana han terminado por generar un profundo daño psicológico en muchos venezolanos, hasta el punto de transformarlos en seres irracionales y muy agresivos; absurdamente intolerantes e incapaces de discernir la verdad e identificar las contradicciones de clases y los intereses ocultos.

Muchos venezolanos han caído en la trampa de la derecha, y no pueden percatarse que han sido manipulados por intereses contrarios a los suyos. El daño psicológico recibido les ha bloqueado la única capacidad que los distingue como seres humanos: de razonar para poder cuestionar la realidad.

Una parte importante de la población -por suerte no es la mayoría- sufre de disociación psicótica y han revelado actitudes francamente fascistas en los últimos días. La furia irracional desatada por Capriles cuando dijo que el 14 de Abril hubo “fraude” hizo despertar los deseos de “venganza”, muerte y destrucción de todo lo que se relacione con la izquierda y el Chavismo. La derecha pretendió empujar al país por una espiral incontrolable de violencia y terrorismo que deviniera en una Guerra Civil y en una intervención extrajera. Los actos vandálicos fascistas promovido por el sionista Henrique Capriles Radonsky en las pasadas noches del 15 y 16 de Abril hicieron revivir en nuestros abuelos los dolorosos recuerdos de la Alemania nazi de los años 1933-45  “Las noches de los cristales rotos”; las persecuciones y muertes de anarquistas en la España de Franco; las purgas y muertes de partisanos en la Italia de Mussolini; las desapariciones de socialistas y comunistas en la Chile de Pinochet; y el acoso y muerte de niños y mujeres palestinos en Gaza y Cisjordania a mano de las hordas de colonos sionistas en Palestina ocupada.

Ha sido denunciado que grupos de especialistas psicólogos, psiquiatras y expertos en imagen vienen trabajando para los laboratorios mediáticos dominados por la derecha elaborando campañas que buscan captar la atención de determinados sectores sociales, especialmente de las capas medias y bajas de la población para reprogramarlos psicológicamente a favor de sus intereses políticos extraños a ellos mismos. Según el conocido psiquiatra Heriberto González “una parte de la sociedad venezolana ha sido programada con el fin de estar preparados para la batalla, desear pelear y atacar al otro.

Las campañas de intoxicación mediática de la derecha; de mentiras y siembra de miedos infundados han terminado por destruir la capacidad de razonar en muchos venezolanos. Urge desarrollar la psicología inversa para la liberación.


Los fascistas criollos y sus homólogos europeos

Los fascistas de la Europa de ayer (1930 - 1945) y los “renovados” de hoy seguramente sentirían mucha vergüenza por la actuación de sus homólogos en Venezuela. No precisamente por la barbarie criminal desatados por los “criollos” durante los días 15 y 16 de Abril del presente año, que culminaron con los asesinatos selectivos de 11 compatriotas venezolanos Chavistas (entre ellos 2 niños), en hechos suscitados en varios Estados del país, sino por la cobardía de estos y su falta de propuesta política.

Son precisamente estas, a mi entender, las dos diferencias más resaltantes que distinguen a los fascistas venezolanos de sus homólogos europeos del antaño y de hoy. Por lo demás son similares.

Los fascistas criollos son incapaces de reconocer públicamente sus crímenes y desconocen los propósitos políticos de su dirigencia para el país. Su descomunal ignorancia política los convierte en seres aun más patéticos y banales que sus aliados europeos, puesto que lejos de estar identificado con la ideología propia del “nacionalismo extremo” (aunque algunos manifiesten luchar contra una supuesta “cubanización” del país), tampoco propone ningún proyecto económico-político totalitario plutocrático (Fusión Estado-Burguesía) tipo “Capitalismo de Estado Corporativo”. Sin embargo, esta discapacidad intelectual de fascismo criollo no los ubica muy por debajo de sus homólogos europeos, puesto que fascismo al fin, intolerante y brutal como todos, este se manifiesta bajo sus variante más vulgar, babosa y bandolera que como un movimiento político organizado de un sector de la burguesía parasita venezolana dependiente del capital foráneo.

Los patéticos fascistas venezolanos nunca llegarán a nada. Niños malcriados codificados mentalmente por la brutal propaganda desquiciadora que sólo saben manifestar su frustración y desesperación con actos criminales y de intimidación, ante la imposibilidad de sus amos por hacerse del poder del Estado por la vía electoral. Por ello apelan por la vía violenta, enajenando a las masas, fundamentalmente por medio de la disociación de la Clases Media.


Las características del fascismo

Los medios de difusión en manos de la parásita burguesía venezolana han hecho uso y abuso de una brutal y sin igual estrategia propagandística llena de mentiras y medias verdades repetidas mil veces para manipular la psiquis colectiva de sus bases sociales disociadas y hacerlas pasar como “verdades” incuestionables, al mejor estilo del propagandista nazi Joseph Goebbels (1897-1945).

Los laboratorios mediáticos de la derecha han logrado bloquear la capacidad de razonar de muchos venezolanos para hacer que estos respondan de forma inconciente a sus bastardos e insanos intereses políticos.

El fascismo que los venezolanos conscientes vimos manifestarse en los días 15 y 16 de Abril del presente año, pero también en los últimos 14 años de Revolución Bolivariana, forma parte de esa misma y única estrategia de la derecha que persigue generar violencia para tratar de imponerse y arrebatar el poder del Estado por medio de la fuerza. 

Además de la intolerancia, el racismo y desprecio por los pobres y por las causas revolucionarias nacionales e internacionales, el apoyo de la alta cúpula católica, la demagogia que son todas estas manifestaciones más comunes que igualan a los fascistas en todo el mundo, sin embargo el fascismo criollo posee algunas características mucho más marcadas que la distingue. Veamos.

Una de las características fundamentales es su insistencia en la indefinición política (no se definen ni de derecha, mucho menos de izquierda), aunque en algún momento el dirigente de Primero Justicia Capriles Radonsky dijo inclinarse por una “socialismo-democrático tipo Lula Da Silva (ex presidente del Brasil)”, una vez desmentido por el propio Lula no volvió a hablar del tema. En realidad pertenecen a la extrema derecha identificada con la plutocracia. Así logran manipular y pescar a muchos ingenuos para sus fines políticos

Otra característica fundamental es su anti-intelectualismo, incluso, mucho más marcado que el anti-intelectualismo del nazi-fascismo europeo que de cierta medita  contaron con prominentes sanguinarios ideólogos que desarrollaron teorías distorsionadas de la superioridad y la necesidad del “orden nazi-fascista”, entre ellos resaltan figuras como Walter Darré, Dietrich Eckart, Hans Frank, Rudolf Hess, Heinrich Himmler, Robert Ley, Julius Streicher, Alfred Rosenberg, etc.

Pero homólogos criollos no tienen nada ni a nadie para mostrar como ideólogo. Con esto logran distraer e imponer con mayor facilidad el predominio de la acción por sobre el pensamiento. Desprecian el debate político y en su lugar promueve la exaltación de los elementos irracionales del ser humano (las “arrecheras”).

El fascismo venezolano se caracteriza por su intento de negar la lucha de clases,  el fanatismo y la demagogia de la derecha aunque sus representantes no reparan en codearse con la burguesía parásita venezolana y manifiestan públicamente sus odios contra las clases más bajas de la sociedad venezolana. Otra característica también muy particulares que distinguen a los fascistas “criollos” es la de presentarse siempre como victimas de un supuesta persecución.

La expresión política del fascismo venezolano se encuentra en el partido político Primero Justicia, cuyas raíces directa de influencia y formación política de sus grupos estuvo bajo la orden del movimiento Tradición Familia y Propiedad (TFP), organización de inspiración claramente fascista, dirigida hasta 1984 por el criminal Alejandro Peña Esclusa (También detenido en el año 2010, acusado de terrorismo, y por su relación con el terrorista capturado Francisco Chávez Abarca). Peña Esclusa se estrenó durante el gobierno de Jaime Lusinchi (1984-1989) al ser investigado por los servicios de inteligencia de la época por un presunto plan de asesinato del Papa Juan Pablo II durante su visita a Venezuela.

La secta TFP fue prohibida en 1984, hasta que posteriormente sus bases lograron reorganizarse en el movimiento político y posteriormente partido Primero Justicia.


La clase media en el fascismo

La intolerancia, el temor, el odio y la violencia irracionalidad contra los militantes de izquierda; la anti-intelectualidad, la negación de la lucha de clases, la usurpación del discurso revolucionario, la banalización del discurso político y de la realidad social; la victimización en la lucha política; el racismo, la creencia de superioridad, el clasismo, etc., son estas las características y las manifestaciones más comunes del fascismo que hoy expresan sobradamente la derecha venezolana y muchos de sus seguidores disociados.

El fascismo es la ideología y la naturaleza misma de la burguesía, con la que logra impregnar y manipular a una buena parte de la así llamada Clase Media.

Fue el psiquiatra y escritor alemán Wilhelm Reich (1897-1957) en su libro psicología de masas del fascismo escribe lo siguiente: “Visto desde la perspectiva de su base de masas, el fascismo era claramente un movimiento de las clases medias. Nunca hubiera podido ganar Hitler para su causa a las clases medias si no hubiera prometido iniciar la lucha contra el gran capital. Estas clases le ayudaron a vencer porque estaban en contra del gran capital. Presionados por ellas, los dirigentes fascistas tuvieron que tomar medidas anticapitalistas que se vieron obligados a  revocar a instancias del gran capital (…)En la medida en que el fascismo estaba obligado a poner de relieve su carácter de "movimiento de las clases medias" (antes y poco después de la toma del poder), resultaba en efecto, anticapitalista y revolucionario; pero, como no hizo nada para desposeer de sus derechos a los grandes capitalistas, cuando dejó caer cada vez más claramente su máscara anticapitalista, para poner de relieve su función exclusivamente capitalista, a fin de reforzar y mantener su poder, se convirtió en el defensor fanático del imperialismo y en el pilar del orden económico del gran capital”.

El fascismo y capitalismo son mismos. Decía Bertolt Brecht que Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo; rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”.


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