Por. Basem Tajeldine
Voces
Contra el Imperio
Sucedió
lo que advertimos sucedería. Las fuerzas reaccionarias árabes liderizadas por
la cruel petromonarquía saudita, y apoyadas por Estados Unidos, han sido
derrotadas en Yemen, aunque algunos se resisten a aceptarlo y pretendan
continuar con esporádicos bombardeos a ese país. El pueblo yemenita; su
ejército regular (conformado en su mayoría por sunitas) y las milicias huthis
(chiíta) lograron propinar la mayor de las lecciones a los bien armados
agresores, pero también al mundo que les negó la solidaridad que merecían. La
resistencia yemenita ha demostrado así su valor y determinación por la defensa
de su patria.
Las
informaciones sobre el fracaso de la agresión saudita contra Yemen denominada
"operación Tormenta Decisiva" iniciada el 26 de marzo de 2015 se han
convertido en tema viral de todos los medios de la región y el mundo, y que
está generando un desencadenamiento de reacciones inesperada para el sádico
reino saudí.
La
agresión saudí no alcanzó ninguno de los objetivos que se había planteado Estados
Unidos y Arabia Saudita, puesto que las milicias populares huthis continúan
controlando la capital del país, Sanaa; los huthis junto al ejército regular
yemenita controlan la casi totalidad de Yemen; y el traidor fugitivo ex
presidente Mansur Hadi continúa protegido en la capital de Arabia Saudita. La
operación militar saudita se proponía defender los intereses de Estados Unidos
en la región, asegurando el control del estratégico Estrecho Beb Al Mandeb (se
traduce en "la puerta de las lamentaciones"), lugar por donde
transitan cerca de 4 millones de barriles de petróleo al día [1] y las mercancías proveniente de
Asia que tienen como destino el mercado europeo.
Varios
medios de la región divulgaron informaciones que destacaban la preocupación de
los servicios secretos saudíes por la imposibilidad de una intervención
terrestre de las fuerzas sauditas en Yemen, cuya previsible derrota podría
desmoronar la influencia del reino en toda la región, e inclusive destruir a la propia monarquía.
El
pasado 23 de abril, el príncipe saudita, Talal bin Abdulaziz Al Saud, había
reconocido ante una cadena de noticias alemana que la intervención militar en
Yemen terminó siendo un fracaso para la monarquía. Para el príncipe Al
Saud, la agresión militar que ha provocado la muerte de miles de civiles
inocentes (se contabiliza entre ellos más de 150 niños y decenas de mujeres) no
logró el objetivo de debilitar a las milicias huthis. Además, Talal bin
Abdulaziz Al Saud reveló que en los ataques aéreos contra el pueblo yemení los
aviones eran piloteados por estadounidenses, franceses, paquistaníes, egipcios
e indios, a quienes calificó de "mercenarios" que cobran hasta 7 mil
500 dólares por un vuelo para bombardear a Yemen. También reconoció que:
"Después de que algunos de nuestros aliados nos dejaron solos y se negaron
a participar en los bombardeos en Yemen, nuestros soldados perdieron ánimo para
seguir en esta guerra e incluso algunos huyeron de los servicios
militares", precisó el príncipe saudita [2].
Todos
los conflictos inducidos por el imperialismo estadounidense en la rica región
del Medio Oriente y el Norte de África, con la finalidad de mantener su
hegemonía en la misma, han terminado en fracasos. La absurda y belicosa
política de Estados Unidos hacia el Medio Oriente ha creado fuerzas centrífugas
que, lejos de alcanzar sus propósitos políticos y militares en la región, le
procura más pérdidas de espacios importantes.
Al
tiempo que las fuerzas mercenarias-terroristas de Al-Qaeda y ISIL-DAESH creadas
y apoyadas por los servicios secretos de Estados Unidos y la petromonarquía
saudita -tal como admite incluso el ex embajador estadounidense en Siria,
Robert Ford [3]- están siendo
barridas por los ejércitos regulares y las milicias de resistencia en Siria,
Libano, Irak y Yemen, los pueblos árabes despiertan y muchos de sus líderes
comienzan a buscar en Rusia, Irán y China la estabilidad y seguridad que le
niega Estados Unidos.
Fuentes:
[1]
En 2013 fueron unos 3,8 millones de barriles diarios de crudo y productos
refinados (según un informe de la Administración de Información de Energía de
los Estados Unidos - EIA)
[2]
Príncipe saudita admite fracaso de la misión en Yemen
http://www.telesurtv.net/news/Principe-saudita-admite-fracaso-en-agresion-contra-Yemen-20150424-0053.html. www.teleSURtv.net
[3] Ford: Arabia Saudí fue la que fundó el EI y apoya a
Al Qaida en Yemen
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