Por: Basem Tajeldine y Laila Tajeldine
Voces Contra el Imperio
Justo un día después que Estados Unidos hiciera oficial
el fin del Acuerdo de Alto al Fuego en Siria, la Embajada de Rusia en el país Árabe
sufrió una serie de ataque con mortero perpetrado por grupos terroristas
apoyados por los halcones belicistas estadounidenses. Las acciones de esos los
mercenarios que por más de 5 años vienen ejecutando la política del caos
desarrollada por Estados Unidos y sus aliados para la zona y el mundo, no ha
sido la única de los últimos días. El 13 de septiembre pasado, las fuerzas
israelíes violaron el espacio aéreo del territorio sirio para apoyar las posiciones
del grupo Fatah Al Sham, pero esa acción fue frustrada con el derribo de un
avión de guerra y un dron israelí por las fuerzas sirias que cuentan con
importante arsenal antiaéreo suministrado por el Estado ruso.
Cabe destacar que las violaciones al alto al fuego se
hicieron sentir muy temprano, el 17 de septiembre pasado, a escasos días de la
puesta en marcha del mismo acuerdo ruso-estadounidense. En esa fecha, la coalición
liderada por Estados Unidos (OTAN) atacó una posición del ejército sirio en la
localidad de Homs, dando muerte a más de 60 militares sirios que hacían frente
al grupo terrorista Daesh-ISIL, y provocando también a un centenar de heridos.
Lo más sorprendente de aquel ataque resultó de la coordinación en que actuaron
los terroristas del Daesh quienes, minutos después de ejecutada la masacre de
soldados sirios por la coalición estadounidense, avanzaron sobre el territorio
tomando posiciones claves del mismo.
La agresión estadounidense demostró al mundo nuevamente
que Estados Unidos mintió al decir que pretendía una “solución pacífica y
negociada” al conflicto provocado por ellos mismos en Siria, al mismo tiempo confirmó
que ese país no ha dejado de trabajar en coordinación de terroristas del Daesh-ISIL
en Siria e Irak. Ha sido develado por la inteligencia rusa y los hecho
comprobado por muchas fuentes investigativas y medios de difusión que la
cooperación estadounidense no se limita a los inexistente grupo del así llamado
“Ejercito Libre Sirio”, al grupo Daesh-ISIL y otros. Más recientemente, los
gobiernos de Siria y Rusia acusaron a Estados Unidos e Israel de cooperar con
otra organización terrorista conocida por su vinculación directa con Al-Qaeda
(supuestamente responsable de los atentados terroristas del 11 de septiembre de
2001 en Estados Unidos), hasta hace poco conocida en el país árabe bajo el
nombre de Jabhat Al Nusra, y que hoy vuelven a cambiar su nombre por el de
Fatah al Sham.
Todas las partes del conflicto regresaron al terreno de
la confrontación directa y la contra información. Días posteriores al ataque
estadounidense, fue bombardeado un convoy humanitario de la ONU, hecho que tuvo lugar el 19 de agosto en Urm Al Kubra, al suroeste de
Alepo. Inmediatamente las transnacionales de la desinformación se encargaron de
responsabilizar a la aviación rusa de aquel hecho, como ha sido siempre, sin
investigación previa. La farsa mediática contra Rusia fue desmontada de
inmediato gracias a las imágenes satelitales presentadas por las fuerzas aeroespaciales
rusas en la que se demostraba que no habían aviones de su país, o sirios,
sobrevolando esa zona en los momentos del ataque al convoy*. El atentado al
convoy humanitario sirvió a los medios para encubrir las acusaciones que habían
emprendido los gobiernos de Siria y Rusia contra Estados Unidos (OTAN) por la
deliberada masacre de los soldados sirios en Homs en el que se demostraba la
cooperación militar que brindaron al grupo Daesh-ISIL.
El 21 de septiembre en Alepo, todavía en vigencia el
acuerdo del alto al fuego, las fuerzas rusas ejecutaron un ataque contra una
Sala de Coordinación terrorista (acción que fue permisada en el referido acuerdo
con Estados Unidos). Para sorpresa de muchos, y rabia de occidente, en aquel
ataque se reportó la muerte de más de 30 militares activos de nacionalidad
israelí, estadounidense, saudí y qatarí, la cual provocó un duro golpe moral y
estratégico a la coalición pro-terrorista que lidera Estados Unidos.
Muchos analistas coinciden en que fue éste último hecho lo
que llevó al Departamento de Estado de Estados Unidos a dar por terminado el
Acuerdo de Cese al Fuego ruso-estadounidense en Siria. Las máscaras se han roto
en el país árabe. Actualmente, se desarrolla en Siria un enfrentamiento directo,
sin terceros ni disfraces, entre ambas potencias y coaliciones de fuerzas: la
liderizada por Estados Unidos (OTAN, las petromonarquías medievales árabes e
Israel), considerada por los expertos más sinceros como la alianza pro-terrorista
-aunque declaren lo contrario-, y otra coalición verdadera y justa liderizada
por Rusia, pero que reúne a los países aliados de Eurasia, Irán y a la
resistencia libanesa del Hezballah que ha dado duros golpes al terrorismo en la
región. A los últimos acontecimientos se
agrega la ampliación de su sistema de defensa antiaérea con las baterías S-300V4
Antey-2500** y el anuncio de un mayor despliegue militar ruso en territorio
sirio como respuesta a la intransigencia estadounidense, ante la amenaza de
nuevos ataques directos contras las fuerzas armadas y el gobierno sirio que han
surgido desde el gobierno estadounidense bajo la excusa de ser “los
responsables del fin del alto al fuego” que nunca existió.
Un nuevo ataque deliberado y directo de la coalición pro-terrorista
contra las fuerzas armadas y gobierno sirio podría ser considerado por Rusia
como un ataque a ella misma. Las consecuencias serán imprevisibles. No exageran
quienes dicen que la humanidad está nuevamente al borde de una tercera guerra
mundial termo-nuclear. Es la segunda ocasión que el publicitado “Premio Nobel
de la Paz de los Sepulcros”, Barack Hussein Obama, coloca a la humanidad al
borde de la desgracia y su fin.
Por ahora, la única solución al conflicto en Siria se está
dando en el terreno en el terreno real de la guerra, con el avance de las
fuerzas sirias y la derrota de los grupos terroristas que explica el desespero
de Estados Unidos y sus aliados regionales. Los pueblos de Siria, Irak y de
toda la región confían en que las fuerzas defensoras del Derecho Internacional
y la integridad Siria que lidera Rusia, y apoyada por Irán, puedan dar por
finiquito a la pesadilla del terrorismo que amenaza mayormente a todos los
pueblos árabes.
Se hace urgente la constitución de un movimiento mundial
de denuncia y acciones efectivas contra Estados Unidos ante distintos
organismos mundiales a fin de demandar sus crímenes y las violaciones de los
DDHH y las normas internacionales.
Fuentes:
* Rusia no atacó al
convoy humanitario (pruebas)
** Nuevos sistemas
antiaéreos rusos desplegados en Siria
No debió escribirse "en el país Árabe" sino "en el país árabe", pues árabe no es un nombre propio sino un adjetivo
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