Por. Basem Tajeldine
Voces Contra el Imperio
Para la derecha venezolana la
estupidez se ha convertido en “virtud”. Aquellos tiempos de la pomposa
burguesía ilustrada quedaron en el triste pasado; viejos recuerdos enterrados
en lo profundo del relleno sanitario del basurero de la historia. Entre ellos
nadie se engaña. Están claros que No se puede defender públicamente lo
indefendible. Mucho menos cuando la crisis estructural del capitalismo en los
países del Norte (Centro Capitalista) los desmiente. Se tiene que ser bien
estúpido o descarado para plantarse hoy públicamente en defensa de un sistema
en decadencia. La decrepitud del sistema se refleja también en las mentes de
sus defensores. Un ejemplo bueno de citar es al sobresaliente “ilustre” economista
y filosofo venezolano Emeterio Gómez. Su “tesis” que habla sobre “rediseñar un
capitalismo “moral”, “ético”, “solidario”, “humanista”, etc., deja mucho, o más
bien poco sobre qué pensar de este chistoso personaje. Puede que el Alzheimer esté afectando a Gómez por su avanzada
edad.
Pude también que no sea precisamente esa la enfermedad que perturba su capacidad
de raciocinio y memoria, sino su egoísmo extremo y miseria intelectual que lo
conlleva a mentir de forma descarada aprovechando sus títulos para intentar
influir y manipular a las mentes distraídas para así disfrazar con su verborrea
llena de frases rebuscadas a un ave carroñero de canario y a un lobo de oveja.
¿Qué otra le queda a la derecha sino mentir y manipular?
La miseria intelectual de la
derecha tiene también sus sobresalientes en los candidatos “presidenciables” quienes
no hacen, siquiera, el más mínimo esfuerzo por conocer al país, el nombre
correcto de los pueblos que visitan, del pez llamó “SAUPARA”, del “horno que da
PERAS” y “las BALLENAS que cantan” y otras barbaridades. Más, sin embargo, estos
pretenden seducir al pueblo venezolano con poses, música y eslogan de campaña.
Para la derecha, la política
es un negocio, y más redondo será si logran entregar el país a los capitales
foráneos.
El
escritor Paúl Tabori (1908-1974), dijo en una ocasión que “Algunos nacen
estúpidos, otros alcanzan el estado de estupidez, y hay individuos a quienes la
estupidez se les adhiere. Pero la mayoría son estúpidos no por influencia de
sus antepasados o de sus contemporáneos. Es el resultado de un duro esfuerzo
personal. Hacen el papel del tonto. En realidad, algunos sobresalen y hacen el tonto
cabal y perfecto. Naturalmente, son los últimos en saberlo, y uno se resiste a
ponerlos sobre aviso, pues la ignorancia de la estupidez equivale a la
bienaventuranza”.
El Presidente Chávez debe
sentirse triste tener que medirse con los sobresalientes estúpidos de la
derecha en las elecciones presidenciales del 7 de Octubre.
Pero lo más triste es saber
que la estupidez tiene sus simpatizantes. Por suerte son minoría en el
país.