Por. Basem Tajeldine y Jesús Romero
Centro de Saberes Africanos
Egipto enfrenta un dilema
que, sin lugar a dudas, marcará el curso de su transición política luego de las
planteadas elecciones presidenciales. Las estrategias políticas de las fuerzas
que hoy ocupan el poder transitorio del Estado egipcio han procurado la
atención del mundo.
Un
poco atrás para entender.
En el pasado, el intento de
magnicidio contra el entonces presidente egipcio y líder Panarabista
Socialista, Gamal Abdel Nasser, ejecutado por el brazo armado de la Hermandad
Musulmana (HM) en 1954, provocó la ilegalización de esa organización política y
ejecución de varios de sus líderes. No obstante, la HM dedicaron su
organización al trabajo comunitario y los servicios sociales que combinaba la
atención médica y la asesoría jurídica para los más necesitados, junto a la
prédica del Islam, con el objetivo de conquistar a las masas populares de ese
país y preparar el terreno para el futuro.
Luego de la caída del
régimen del presidente egipcio Hosni Mubarak, el 11 de febrero 2011, producto
de las revueltas árabes mejor conocidas como “Primavera Árabe”, y la segunda
revuelta cívico-militar que derrocó al Presidente Mohamed Morsi, líder de la
HM, el 3 de julio de 2013, el país árabe ha tenido que enfrentar un contexto de
inestabilidad política con revueltas callejeras y terrorismo organizado por
grupos islamistas afectos a la HM que aún se resisten a la caída de Morsi. El
23 de septiembre de 2013, una corte de Egipto prohibió las actividades del
grupo islamista y ordenó congelar los fondos de los partidarios del derrocado
Mohamed Morsi [1].
Numerosos líderes de la HM y
responsables directos de las acciones terroristas, así como de las muertes de
innumerables civiles inocentes, policías y militares egipcios han sido
capturados y enfrentan hoy la Pena Capital en aquel país. Agravado el contexto,
también por el reciente llamado a nuevas elecciones presidenciales en Egipto
para mayo de este mismo año.
¿Procederán
las ejecuciones masivas en Egipto?
El pasado 24 de Marzo de 2014, el tribunal de Minya, informó sobre la
decisión judicial con mayor cantidad de condenados a muerte de la historia
moderna de Egipto. Un total de 529 miembros de la HM, a quienes se les acusa
por el asesinato de un Coronel de la policía, Mostafa El- Attar, en Rabaa Al
Adaweya el 14 de agosto de 2013, entre
otros hechos, enfrentan la Pena Capital en ese país.
Sólo 147 de los acusados se encontraban presentes en la audiencia,
mientras que el resto fue juzgado en ausencia. El proceso tomó sólo dos días.
Dentro de las acusaciones realizadas a los condenados a muerte figuran no sólo
el asesinato del oficial de policía, sino el intento de asesinato de 2
oficiales más de la policía, ataques a la propiedad privada, destrucción de la
comisaría del distrito Matay, robo de armas a funcionarios policiales y
alteración del orden público.
Por otra parte el tribunal también absolvió a 16 acusados luego de
comprobarse que habían rescatado a un oficial de policía de ser asesinado por
las bandas de la HM.
El Gran Mufti (máximo líder religioso del islam sunita) tendrá la última
palabra en torno a la aplicación de la pena de muerte a estos condenados. Según
la Ley egipcia, es el Gran Mufti la máxima autoridad religiosa encargada de
revisar, ratificar o anular la Pena Capital. El tribunal estableció el 28 de
abril como la fecha del veredicto final, fecha en la que también dictará
condena al líder religioso de la Hermandad, Mohamed Badei, y otros 682
militantes de la organización político-religiosa, islamista acusados de cargos
de asesinato y de perturbación del orden público.
Por su parte, El Departamento de Estado de EE.UU. criticó
la sentencia a muerte de más de medio millar de Hermanos Musulmanes en Egipto y
la consideró un "desprecio flagrante de los estándares básicos de la
justicia" y una decisión "escandalosa y fuera de toda lógica",
agregando luego que "habrá consecuencias" si Egipto no revisa
estas penas de muerte [2].
EE.UU. que había apostado
todas sus cartas a la HM, hoy juega al oportunismo político esperando y
promoviendo un desenlace a su favor. Sus estrategas confían en que la crisis
económica que enfrentará el futuro gobierno egipcio lo hará débil y fácil para penetrar
y manipular en pro de sus intereses. El acercamiento de Egipto a Rusia ha
prendido las alarmas de EE.UU., pero aún confían en poder revertir la situación
a su favor.
Para el analista político e historiador, Juan Hernández*, “todo parece indicar que la vasta mayoría de
estas sentencias a muerte no sean ratificadas por el Gran Mufti y que esto sea,
precisamente parte del cálculo de las autoridades del poder judicial egipcio”.
Hernández confía que “lo más probable es que se ratifiquen solamente las
sentencias de aquellos involucrados directos del homicidio del oficial de la
policía y otros graves hechos de violencia”.
Hernández agrega que “los medios internacionales han especulado mucho al
respecto, y se trata de una creencia muy generalizada que la verdadera
intención de estas sentencias es intimidar a la HM, por vía del impacto
psicológico para debilitar los posibles actos de saboteo que planean muchos
seguidores del ex presidente Morsi en las venideras elecciones pautadas para el
26 y 27 de mayo de 2014, en la que concurrirá el General (retirado), Abdel
Fattah Al-Sisi , quien el pasado
26 de marzo renunció a su cargo de Ministro de la Defensa para cumplir con el
requisito electoral de su país”.
Al Sisi, líder militar del movimiento que derrocó a Mohamed Morsi en 2013,
y quien fuese también Comandante en jefe del Ejército y Presidente
del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas desde agosto de 2012 luego de la
destitución del Mohamed Hussein Tantawi, se vislumbra como el posible vencedor
de la pautada contienda electoral debido a que cuenta con amplio respaldo
popular y el apoyo de varias políticas.
Se cree que los seguidores de la HM harán todo lo posible para evitar o
deslegitimar el proceso electoral esperado para el mes de mayo en Egipto que
culminará con el periodo de transición iniciado tras el derrocamiento de
Morsi.
Fuente:
[1] Ilegalización de la Hermandad Musulmana.
[2] EE.UU. reacciona ante la sentencia
* Juan Hernández, es investigador e historiador
venezolano, muy conocedor de la geopolítica mundial y de los conflictos del
Medio Oriente y el Norte de África.