Por. Basem Tajeldine
Voces Contra el Imperio
No pretendo machacar e insistir sobre el tema de
la “unidad de las fuerzas revolucionarias” que ya muchos revolucionarios manejamos
y hemos asimilado como una necesidad vital para la continuidad de la Revolución
Bolivariana. Mucho se ha escrito y dicho, y la mayoría coincidimos en que: en
estos momentos que vive el país, marcado por la enfermedad de nuestro camarada
Presidente Chávez y la arremetida internacional del imperialismo y sus aliados
contra el gobierno revolucionario en Venezuela y contra toda la región y los
pueblos del mundo, la unidad de los revolucionarios se convierte en un
requisito fundamental que nos permita cerrar filas y evitar que la canalla
desestabilice y destruya al país. Ninguna otra razón puede hoy anteponerse a la
razón de la Unidad. Ningún otro pretexto subalterno es más poderoso que la
Unidad. Nada.
Ahora bien, sabemos que la concreción de la
unidad necesita, como premisa, del respeto de todas las fuerzas políticas y
movimientos revolucionarios que componen la alianza del Gran Polo Patriótico.
Lo que implicó otorgar mayor fuerza a ese espacio político para sumar consensos
y restar divergencias perjudiciales. Esto, sabemos, no se pudo lograr. Pero por
encima de nuestras realidades políticas internas, nuestros tropiezos, prima la
defensa de la revolución frente a la gran amenaza que se cierne sobre ella.
Era importante, por obvias razones, que los
candidatos del PSUV lograran imponerse en las pasadas elecciones a gobernadores
del 16 de Octubre. La aplastante victoria roja legitimó al gobierno
revolucionario frente al mundo y estímulo a otros pueblos que hoy sufren por la
vorágine capitalista a mantener su lucha interna y la solidaridad con
Venezuela. Somos esperanza y ejemplo para muchos pueblos.
Si bien, en un momento, acompañamos las
criticas y denuncias por la forma en que fueron seleccionados nuestros
candidatos a gobernadores; si bien algunos de ellos no se encuentran a la
altura de las demandas populares y de los cambios revolucionarios. Si bien uno
de esos candidatos a la reelección se había distinguido por sus políticas
anti-obreras. Una vez llegado el momento de la campaña las criticas y las
candidaturas paralelas debieron cesar. Por encima de nuestros errores internos,
debió imperar la unidad de las fuerzas revolucionarias, y en especial del PCV.
En pro de la requerida Unidad, el PCV, debió
apelar a su historia y claridad política, para dar ejemplo al resto de los
factores políticos, incluyendo al mismo PSUV. Habría sido muy lamentable la
pérdida del Estado Bolívar, Merida o Portuguesa por los caprichos de algunos. La
grandeza exige de sacrificios, y muchas veces aceptar lo que bien pueda
considerarse como un “error político”. El PCV ha cometido un error político y
debe de rectificar.
Es un error político y no un acto de “traición”
lo cometido por la dirigencia del PCV, tal como algunos mal intencionados
pretenden signarlo. Quines pretenden catalogar a los camarada de ese partido de
“traidores” están sirviendo a los intereses divisionistas y bastardos de la
derecha “venezolana”. Quines persiguen a los camaradas del PCV en las
instituciones del Estado y solicitan la expulsión de ese partido de la alianza
del GPP comenten verdadera traición contra la revolución.
No negamos que existen graves problemas de
liderazgo y conciencia en la dirección del PCV. Pero así como repudiamos los
graves desvaríos de su presidente Jerónimo Carrera quien nunca ha perdido
oportunidad para tildar al camarada Presiente Chávez de “betancurista” y
“populista”, también repudiamos las declaraciones anticomunistas de algunos que
pretenden disfrazarse hoy de “revolucionarios”.
Conocemos bien a los camaradas de base del
PCV, y el gran compromiso de estos con la Revolución Bolivariana muy superior al
de muchos de muchos del PSUV y de otros partidos de la alianza.
Los camaradas del PCV tendrán su momento para
la autocrítica.
Desde el Estado burgués no se hace la
revolución, sino construyendo el Poder Popular.
@Gustavo_Jbp Creo que fundamentalmente el PCV debe entrar en una fase de autocritica en la relacion a las figuras que somentan a eleccion popular. Criticar a un candidato por hechos de corrupcion y postular un candidato con un mismo perfil es una invitacion a escoger entre lo mismo, caso Merida. Creo que deben rectificar.
ResponderEliminarIgual que sus candidatos no usen su propio partido como una tarjeta para satisfacer un capricho politco, en politica no se puede improvisar.