Por. Basem
Tajeldine
Toda revolución socialista si es verdadera se
opone a la improvisación política y al pragmatismo degenerante. La revolución
es sólo obra de revolucionarios capaces; de intelectuales orgánicos; de hombres
y mujeres rebeldes, pero sobre todo conscientes de lo imperativo del debate político,
del estudio profundo y de la crítica constructiva y organizada que permita
aportar ideas al proceso revolucionario de cambios profundos que reclama la
sociedad; de tácticas y estrategias para enfrentar a los poderosos enemigos que
nos asechan. Nada de esto sería posible sin la disposición de un espacio idóneo
conformado por cuadros políticos de la más alta calidad intelectual y representantes
del folclor político revolucionario, pero con poder político y libertades
suficientes (sin responsabilidades en la administración del Estado) para que
puedan desplegarse a todas sus anchas y tener riendas sueltas para su trabajo.
A buena hora el Presidente Obrero Nicolás
Maduro ha llamado para la conformación del Consejo de Estado (máximo órgano de
estudio y consulta del gobierno, diseñado por nuestro eterno líder Comandante
Chávez) a comprometidos cuadros revolucionarios quines inicialmente se ocuparan
en aportar ideas y recomendaciones sobre cuatro tareas reclamadas con urgencia
por el gobierno: “las relaciones con el gobierno de Colombia”; “la
seguridad ciudadana”, “el nuevo modelo económico-productivo socialista” y la
"la necesidad de una política revolucionaria contra la corrupción".
En el presente artículo, que me
he visto obligado a dividir por su extensión en varios otros escritos que serán
publicados más adelante, pretendo centrar mis reflexiones sobre uno de los
puntos que representa –y en esto me acompañan muchos- el tema de debate más importante
y neurálgico para nuestra revolución.
No ha existido en el pasado
revolución, ni existirá en el futuro tampoco revolución alguna que no haya
centrado sus energías en el cambio y desarrollo de un nuevo modelo
socio-económico productivo hegemónico. Al modelo esclavista y feudal se le
impuso el para entonces naciente sistema capitalista durante la revolución
burguesa, colocando límites a sus dominios y finalmente guillotinando en
Francia a sus monarcas y señores feudales. Según Carlos Marx “la historia de la
humanidad es la historia de las lucha de clases” donde un sistema económico
caduco es derrotado por otro que nace de sus propias entrañas (desarrolla las
fuerzas productivas y crea las condiciones para el cambio del modelo económico)
y por las ideas sembrados en muchos.
Pero nuestro proceso es muy
complejo porque el capitalismo en Venezuela no ha hecho parte en la historia
del país; no ha desarrollado las fuerzas productivas, por el contrario, se ha
transformado en verdadero parásito de una economía rentista dependiente de la
producción y venta de petróleo. (Continuará…)
HERMANO COMPARTO SU TESIS Y LO INVITO A QUE REVISE NUESTRA PROPUESTA
ResponderEliminar(VIDEOS) PRESENTACIÒN SOBRE EL SISPAVE
http://www.aporrea.org/desalambrar/n233502.html