No existen términos medios, como tampoco existe
la “Clase Media”
Por. Basem Tajeldine
#VocesContraElImperio
En la Venezuela de hoy se vive una intensa y
confesa lucha de clases donde dos bandos se encuentran claramente definidos y representados
en los candidatos que se enfrentan en la nueva contienda electoral que
afrontamos los venezolanos este día.
El candidato de la patria Nicolás Maduro
representa a la Clase Obrera, al pueblo Chavista conquistado por el amor y las
ideas de nuestro eterno líder. En el bando contrario se encuentra Henrique
Capriles Radonsky, quien representa los intereses de los capitales
transnacionales y de la burguesía parásita venezolana dependiente de Estados
Unidos e Israel. No existe la opción intermedia. Es un absurdo.
En nuestro país no existe, como tampoco en
ninguna parte del mundo, lugar para los eufemismos del medio; para la
mediocridad enmascarada de una supuesta clase social distinta y con intereses
propios, ávida de representación política. La “Clase Media” venezolana
representa precisamente eso; lo absurdo; el encubrimiento de su verdad y origen.
La Clase Obrera somos todos los trabajadores
quienes no tenemos nada más que nuestras manos o capacidades intelectuales para
el trabajo y ocupamos distintos lugares en la división formal del trabajo. La
Clase Obrera se encuentra conformada por todos aquellos trabajadores quienes no
poseen ningún tipo de propiedad (absoluta o accionaria) del lugar donde labora.
A esta clase social pertenecen tanto lo trabajadores capacitados para trabajos
manuales duros o sencillos, con mediana capacitación necesaria, como también los
capacitados para trabajos más profesionales o intelectuales. Desde el personal
de limpieza, manufacturero, hasta el ingeniero, economista, gerente, etc. (que
no posean propiedad) forma parte de la Clase Obrera. Dependen de su salario
como todos. Si por alguna razón dejara de recibir su salario, estaría en la
ruina.
Lo contrario es la burguesía, ya que son quienes
poseen propiedad sobre los medios de producción y explotan a los trabajadores
que laboran en ellos. Dentro de este grupo social se encuentra la pequeña
burguesía que no forma parte de un “medio” entre el proletariado y la
burguesía, sino que se distingue de la primera por su poder económico.
La “Clase Media” es un invento engañoso del
sistema; una falsa construcción social fuera de la realidad que hoy tiende a
desaparecer en los países del centro capitalista: en Europa y Estados Unidos.
Ella fue un invento del sistema para justificar la división formal del trabajo,
y sólo se diferencia del proletariado por su grado de capacitación y poder
adquisitivo, pero en la realidad estos sólo cuentan con su intelecto y no
poseen propiedad sobre el medio donde laboran.
Son también explotados. El engaño en que vive este grupo social por las
migajas de más que reciben del sistema, conduce a muchos a asumirse como
“distintos” a la Clase Obrera y tomar posiciones contrarias a los intereses de
estos, apoyando a la burguesía por sentirse más identificada con los intereses
esta última.
La burguesía parásita venezolana y sus caras
lavadas más visibles representadas en derecha política bastarda del país han
buscado en estos 14 años de Revolución Bolivariana influir sobre este grupo social
para movilizarlos en favor de sus intereses políticos. Hasta ahora han tenido
éxito. Bien lo expresó el camarada Fidel cuando dijo que “en Venezuela no
existen 5 millones de ricos”.
La guerra mediática desinformativa desatada
contra la revolución ha sido la más
cruel jamás conocida en la historia del país, siendo enfocada particularmente sobre
la mal llamada “Clase Media” para infundir miedos y odios contra la propuesta
socialista y particularmente contra la figura del Presidente Chávez.
Sentimientos fascistas han germinado entre muchos de este grupo social.
La otra parte del trabajo alienante sobre este
grupo social lo hace el sistema y el mal ejemplo de la corrompida sociedad
estadounidense que medios y el cine pintan como “modelo de sociedad”. Las
fantasías que promueven el consumismo y el sueño americano –convertido hoy en pesadilla para muchos estadounidenses-, tienen
como objetivo el mantener enajenada y distraída a toda la sociedad de las
realidades del país y de su entorno social.
Los últimos 14 años de Revolución Bolivariana
han sido una verdadera escuela formativa de consciencia de clase gracias al
genial maestro y líder que tuvo el pueblo venezolano como Presidente. Todas las
imágenes de las movilizaciones populares a favor del candidato de la revolución
Nicolás Maduro y las encuestas (incluso las de los grupos afectos a la derecha)
revelan que una mayoría significativa del pueblo venezolano (por encima de 14
punto de ventaja por sobre el candidato de la burguesía) manifiestan su apoyo a
continuar con el legado y las banderas de la revolución iniciada por el
Comandante Hugo Chávez.
La mal llamada “Clase Media” opositora debe
despertar de su engaño; debe entender que son parte de la misma Clase Obrera;
que tienen los mismos intereses de clase; y que están llamados, por su
preparación técnica e intelectual, a asumir los lugares, banderas y las causas
propias de su clase social; de sus hermanos trabajadores.
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