Por. Basem Tajeldine
Centro de Saberes Africanos
No existen enemigos pequeños. En Venezuela no podemos permitirnos, siquiera, desestimar las palabras y acciones de aquellos que nos parezcan los más desatinados, locos, inmorales y extremistas voceros de la burguesía en la batalla política, puesto que, como ya lo hemos dicho antes, nos enfrentamos al mismísimo imperio que usa y se disfraza también de monigote-peón. Sin ánimos tampoco de sobrestimar a los adversarios del camarada Presidente Chávez quienes no calzan ni remotamente sus botas de experiencia en la batalla política real, ni decir de su estatura moral, más, sin embargo, muchos creemos que en estos momentos claves tenemos que estar bien atentos y denunciar hasta el mínimo movimiento de provocación que ejecuta la canalla burguesía.
Es cierto, Oswaldo Álvarez Paz no es más que un frustrado parásito burgués, borracho, que no movilizaría ni al más pendejo de todos los disociados. Más, sin embargo esto no significa que su borrachera constante no le permita discernir y proponer salidas frente al evidente fracaso que también percibe en sus amigos de gustos, bolsillos y causa. Álvarez Paz (mejor conocido como Sr. “Old Parr”), al igual que su compinche pre-candidato Diego Arria y el resto de la gusanera “premajunche”, no cree en la vía electoral para salir de Chávez. La violencia es inevitablemente la vía para el decrépito sr. “Parr”. En su último escrito titulado Confrontación inevitable necesaria -seguramente ayudado a escribir por alguien sobrio- expresó lo siguiente:
“Desde hace años hemos dicho que los “demócratas” venezolanos debemos visualizar todos los escenarios posibles para rescatar la institucionalidad perdida. Especialmente los peores, los más peligrosos (...) Que los sorprendidos sean los oficialistas al encontrarnos organizados para luchar en cualquier terreno. El electoral es uno de ellos. Importante, sin duda. Sin embargo no es el único, ni será suficiente de no estar acompañado de suficiente fuerza civil y militar capaz de derrotar definitivamente las pretensiones de Chávez de permanecer en el poder hasta que le de la gana o la salud se lo permita (...) Sigo convencido de que la verdadera naturaleza del problema no es electoral sino existencial (...) El cambio de presidente es sólo el primer paso, indispensable por supuesto, para cambiar radicalmente este régimen nefasto y rehacer institucionalmente a una República que necesita ser relanzada en todos los aspectos, empezando por el ordenamiento jurídico. Los caminos son fáciles de encontrar y los instrumentos para alcanzar los propósitos existen. El problema está en la voluntad de hacerlo, en la convicción y el coraje del liderazgo para asumir la lucha sin esguinces ni retrocesos, sin complicidades ni desviaciones”.
El formato imperialista de intervención contra Venezuela se encuentra en marcha. La violencia es la vía de la reacción para destruir la Revolución Bolivariana. La guerra está avisada: se preparan escenarios de violencia para influir negativamente en la segura reelección del Presidente Chávez.
A buen entendedor pocas palabras.
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