Por. Basem Tajeldine
Voces Contra el Imperio
La heroica República Árabe Siria
se prepara para celebrar el próximo 3 de junio un proceso electoral
presidencial al que muchos analistas no dudan en calificar de histórico y muy positivo
para la legitimización de las instituciones sirias y de bofetada política para EE.UU.
la UE y sus aliados-lacayos de la región y la mal llamada “oposición siria”
agrupada en el desprestigiado Consejo Nacional Sirio (CNS).
Las nuevas elecciones
presidenciales sirias tendrán lugar en un contexto internacional muy delicado,
marcado por el golpe de Estado en Ucrania y la agresión de los grupos neonazis
apoyados por la OTAN contra la población
ruso parlante de ese país eslavo y por
la derrota de las fuerzas mercenarias yihadistas también apoyadas por occidente
en el territorio sirio -excepto en las zonas fronterizas, donde estos grupos
aún continúan ejecutando acciones terroristas con el apoyo de Turquía-.
Los EE.UU., y sus aliados
europeos y del Golfo han sido desenmascarados públicamente por el apoyo
financiero, logístico y en armas que brindan a los grupos terroristas takfiries
vinculados a Al-Qaeda (crueles asesinos sin piedad) que hacen frente a las
fuerzas patrióticas sirias.
Hoy el mundo comienza a reconocer
que el pueblo y las fuerzas armadas sirias se enfrentan a grupos mercenarios terroristas
desalmados, y no contra supuestos “rebeldes luchadores por la democracia y la
libertad”, tal como pretendían hacernos creer los medios transnacionales occidentales.
Los medios de información alternativos,
los medios y gobiernos de Rusia, de Irán y de otros países aliados a Siria han
logrado romper con el cerco informativo de las grandes transnacionales
occidentales que impidieron que se conozca la verdad.
Las elecciones presidenciales sirias,
que se celebran cada 7 años, esta vez estarán regidas por la nueva Constitución
de ese país ratificada en 2012 y las normas electorales aprobadas en marzo del
corriente año que permite la participación de todas las fuerzas políticas
legales en el país árabe, y de sus propios candidatos.
EE.UU., y sus aliados se muestran
furiosos porque el Presidente Bashar Al Assad, quien cuenta con amplio apoyo
popular, seguramente será reelegido en las elecciones previstas para junio.
El imperialismo ya comienza a
ejercer sus acostumbradas acciones de chantajes para intentar boicotear el
derecho soberano del pueblo sirio a decidir su futuro. Los grupos yihadistas-mercenarios
han manifestado públicamente que se oponen al proceso electoral y que
arremeterán con fuerza para evitarlas.
Muy rápidamente el propio Secretario
General de la ONU, Ban ki-mon, hizo
pública su opinión contraria a la celebración de las elecciones presidenciales
en Siria. El surcoreano Ki-mon parece haber olvidado la propia Declaración
Universal de los DD.HH. de las Naciones Unidas, particularmente el artículo 21
de la misma que expresa taxativamente que es un Derecho Humano “la voluntad del
pueblo expresada mediante elecciones auténticas”.
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